Según
la historia a mediados de 1853, un esclavo de la hacienda El
Infierno, situada en el flanco sur de la Sierra de Cubitas, no lejos
de los Cangilones del río Máximo, y propiedad de Don Pedro
Rodríguez Socarrás, descubrió casualmente, no lejos de la cueva de
San Antonio un estrecho boquete escondido en la manigua por el que
lanzó una antorcha tratando de hacer luz en el interior de la
abertura quedando atemorizado por el inmenso salón que vio debajo,
corrió a intercomunicar la noticia a su amo.
Personado
en el .lugar, Don Pedro, que era un hombre de luces, hizo ampliar el
boquete y en compañía de otro esclavo bajó por una cuerda hasta el
piso de la sala iniciando un recorrido a medias, pues la cueva se
extendía tanto que tuvo el sentido común de no dejarse arrebatar
por el entusiasmo y regresó sobre sus pasos para preparar una nueva
y mejor exploración.
Días
después, y tras construir una escalera que facilitara el descenso
reinició el estudio de la espelunca, jornada que le dejo admirado
por la dimensión de la cavidad y la belleza que guardaban sus salas
y galerías que parecían en verdad interminables. Debido a la
existencia de grandes y escalonados gourd que daban al primer salón
aspecto de anfiteatro con gradas frente a a una inmensa pista, le
denomino Cueva del Circo, Con los años el nombre se trastoco por
Cueva del Circulo, nombre oficial con el que hoy se le conoce.
La
cuevas comenzó a ser frecuentada por familias que en excursiones
llegaban desde Santa Maria del Puerto del Príncipe y de otras
haciendas e ingenios azucareros próximos, ganando el lugar en
popularidad mientras Don Pedro invertía casi todo su tiempo en el
estudio de aquella caverna catalogada entonces como una de las mas
extensas y hermosas del país.
Pocos
años después el propietario de la hacienda El Infierno y su esposa
tomaron una curiosa decisión, bautizar la espelunca y registrarla
como monumento de la Naturaleza, cosa que que ocurrió en la mañana
del viernes 19 de agosto del 1870 , fecha en la que convocaron a sus
amistades y desde la ciudad trajeron un sacerdote para el acto
registrado formalmente en los documentos, escribiendo con pintura
roja sobre una gran roca situada a la entrada del gran salón inicial
el resumen del certificado de bautizo; “Bendijo con toda
solemnidad esta sublime obra del Creador, el Presbítero Capellán
Julio Villanana, siendo padrinos el benemérito descubridor Pedro
Antonio Rodríguez y Dolores Domínguez del Risco, a la presencia de
una gran concurrencia”.
En sus
inicios a la caverna se le calcularon unos 1 400 metros lineales y
fue en efecto hasta la década del 1930, la mayor conocida en el
país. De las muchas visitas a esta caverna quedan numerosos
testimonios en sus paredes, entre estos “Diego
Gómez y varios indios. Abril 22 –
1766. También vino José Francisco”. “Entraron y vieron todos
los salones; R. Palamus, F. Bejarano, Silvia F. Molina. Miraben,
Oscar Porro, en 1890, Dic. 8”
También
se han encontrado en su interior evidencias de campamentos mambises
que sin dudas encontraron en ella seguro refugio durante las guerras
por la Independencia. En diciembre de 1915 fue estudiada por el
insigne naturalista Don Carlos de la Torre Hbuerta en una
interesante expedición realizada a esa región de la Sierra de
Cubitas. Otro interesante trabajo científico publicó en 1930 la
Universidad de La Habana, se trato de la tesis de grado de Doctor en
Ciencias Naturales redactado por el director y profesor del Instituto
de Segunda Enseñanza de Camagüey José Angel Agüero Ferrín, bajo
el titulo de Estudio
Geológico de las cuevas de la Sierra de Cubitas. Este
trabajo fue posteriormente reproducido en los números 3 y 4 de la
Revista Geográfica Cubana de 1942 en un folleto de 91 páginas. Del
Circulo dice en la página 68 que; “Esta
tiene mas de 30 salones explorados, 25 son los mas conocidos …
se calcula su extensión en unos 1 400 metros, es, por tanto, la
mayor de las conocidas en la isla”
Desdichadamente
aquella histórica y curiosa acta reproducida con pintura
roja fue destruida cuando en la década de 1980, se realizaron
algunas obras de acondicionamiento en el lugar,
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