Aun
sin recuperarnos del impacto que dejo en el pueblo cubano el ciclón
Flora y apenas diez meses después de esa tragedia, el 23 de agosto
de 1964 el Observatorio Nacional de la Marina de Guerra
Revolucionaria alertó al país en su boletín informativo no. 5,
diciendo que la presencia del nuevo ciclón tropical Cleo, el tercero
de la temporada de aquel año, se hacia muy peligrosa para Cuba dada
su posición al sur de la isla de Santo Domingo, por lo que era
probable que tomase una franca dirección hacia nuestro país.
El
ciclón Cleo se originó en las costas de África a principios de
agosto, cruzo el Atlántico ganando en intensidad e internándose en
el mar Caribe con fuerza de 250 kilómetros por hora para golpear a
la pequeña isla antillana de Guadalupe, donde originó una decena de
muertos y mas de diez mil damnificados.