En alguna ocasión cuando en
grupo de amigos sacamos a la luz recuerdos juveniles, siempre alguien
recuerda aquellos piquetes de muchachos que alguna vez nos fugábamos
de la escuela para irnos a la poza del Tamarindo, en el río Tínima.
También
mencionamos el exclusivo parque de los chivos, emblemático espacio de nuestro reparto
Villa Mariana, una popuolsa y pobre comunidad al norte de la ciudad de Camagüey y lugar donde para nosotros, la revuelta muchachada del barrio comenzaban o terminaban las andanzas del
grupo. Siempre al llegar ase y en ese punto rememoramos otras historias.
En
realidad el parque de los chivos no fue exclusividad de Villa Mariana,
porque cada reparto tuvo el suyo muy particular, así que por La
Mosca; en Marquesado, cerca del puente Salvaje; el de Florat que
estaba para la vuelta de la loma de La Grulla; en La Caridad, por la
calle de Ojo de Agua; el de Simoni a la bajada del puente de San
Lázaro. Por eso que parque de los chivos hubo por todas partes.