Como
llegó el San Pedro a las fiesta sanjuaneras del Camagüey aun está
por definir. Lo cierto es que ha tomado tal carta de ciudadanía que
no puede existir un colofón más atractivo que este Pedro colado en
una agenda de fiestas de barrio.
San
Pedro es precisamente esto, la despedida. El jaque mate de unas
fiestas iniciadas al amanecer del 24 de junio y que en la ciudad de
Camaguey se desborda por todas las esquinas, incluyendo las mas
antiguas barriadas de Bedoya, San Rafael, Tucunicu, Matadero y México
Chiquito. Sin olvidar aquellos sonados pedrísimos
por
el barrio de Los Colorados y el de Triana, por Funda del Catre cuando
en los inicios del siglo XX las agrupaciones
congueras se sumaron a los desfiles y paseos del San Juan y, por
supuesto, impusieron sus toques para anunciar el fin de las fiestas,
porque si la lectura del Bando las inaugura, el San Peso le da el
punto y final a toque de tambor.
En
realidad, si los desfiles sanjuaneros tienen una ruta fija sobre las
calles de la ciudad, el paseo del San Pedro es anárquico. Sale de
cualquier barriada, de esta o aquella esquina. San Pedro no es uno soplo, Cada tramo de ciudad organiza su "velorio" que sale a recorrer el entorno anunciando el RIP de las fiestas. Algunos van para la plaza del
Carmen o se dirigen hacia La Caridad. Confluyen congas y charangas .
Se confunden estos entierros que simbolizan el apaga y vámonos con
sus disfraces de “lloronas”, sus viudas y sus dolientes. San Pedro, patrón de
pescadores y artesanos devino en Camagüey con buen animo en una
fiesta de musica fuerte y sol a plomo cada 29 de junio, ratificando
un verano que nos trae ahora a la zaga el periodo de vacaciones.
Segun la tradición durante estas fiestas hay días fijos de lluvia, San Juan y San Pedro, en este año no hubo lluvia el 24, pero con San Pedro el aguacero de la tarde fue fuerte para dejar una noche agradable, húmeda y fresca.
Las
congas que por años caracterizaron el ultimo día de nuestras
fiestas más tradicionales recibieron desde un principio nombres
particulares del lugar donde se originaban, por el apellido del
director que la había organizado o acaso por quienes la integraban,
tal es el caso de la conga de Los Pimienta, la de Los Pulpos, la de
los Marqueses del Cristo y la muy antigua conga de Macagüa y sus
muchachos.
Las
congas de La Catedral y La Farola eran del barrio de La Caridad. En
el entorno de la plazoleta de Bedoya se organizaron las congas de
Los Tinajones y la Cubana, y por la calle Palma, plaza fuerte de
congas locales, la de Los Jamaiquinos.
De
la década de los años 40 es la de Los Comandos, que en la actual es
una de las más antiguas aun en funciones gracias a que desde siempre
se preocupó por el relevo de sus tocadores.
Puede
que si el San Juan en sí fue la fiesta de toda la ciudad, el San
Pedro nos invita al ultimo trago para recordarnos que al otro año
volverá a darnos este minuto de alegría
Fotos;
Otilio Rivero Delgado
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