Un extraño naufragio




El miércoles 27 de marzo de 1940 comenzó a llover copiosamente sobre nuestra ciudad.
Un estacazo de agua como dicen los mas viejos. Crecieron los ríos, las calles se inundaron, el agua subió como siempre sube en este o aquel barrio, los tragantes se tupieron, las goteras....en fin.

Sobre las 5.30 de la tarde de ese día un grupo de niños corría alegre chapoteando y saltando por la ent5onces semi inundada calle Damas cerca de la esquina de San Ramón. Entre ellos Jorge Menor Pérez, de 13 años de edad, vecino del reparto Olivera.
 
Tan distraído iba el grupo en su juego que no vieron como la fuerza del agua había levantado la tapa de uno de los registros del alcantarillado, por lo que en un segundo Menor cayó por el hueco y las aguas turbulentas le arrastraron hacia el interior de la red que corre bajo la ciudad sin que ninguno de sus amiguitos lo advirtiera
.
Solo un transeúnte ocasional,. Esas casualidades que solo se dan de vez en cuando, mirabas indiferente hacia donde jugaban los niños y se dio cuentas de la tragedia, dando de inmediato la voz de alarma. A sus gritos acudió el vecindario y varios policías, comenzando la desesperada búsqueda por todas las clocaras próximas, pero sin esperanzas de encontrar al niño cuyo cuerpo debió ser arrastrado hacia el desagüe de la red en algún punto de las margenes del río Tinima, situado a casi un kilómetro de allí.
 
Sin embargo, como la zona se encontraba bajo las aguas nadie podía acercarse a donde descargaba el alcantarillado, y mucho menos ahora, ya de noche, con la lluvia arreciaba y el caudal aumentando por momentos.

Lejos del lugar del accidente los ciudadanos Roberto Saavedra y Generoso Porro, vecinos incorporados a la brusquedad, escucharon al levantar una de las tapas del alcantarillado casi al final de la calle de San Ramón, algunos gritos procedentes del interior del túnel.
Movilizada toda la fuerza de brusquedad hacia ese lugar hallaron casi una hora después al niño sujeto a una varilla de acero que sobresalía un poco de la estructura de concreto del techo de uno de los registros de la conductora central por donde en esos momentos se precipitaba una violenta corriente.

Al cabo Jorge Menos fue rescatado no con pocos esfuerzos llevado al Hospital de Emergencias, donde aparte de algunos golpes y el natural susto no le apreciaron otros problemas. Ante el increíble suceso, el muchacho declaro que durante la caída aguanto cuanto pudo la respiración y se dejó llevar un trecho, cuando encontró donde incorporarse caminó con el agua a la barbilla hacia un registro de alcantarillado que fue el lugar donde le encontraron

Que sepamos Camagüey no recuerda otro accidente tan extrañó como aquel, cuyo fin, por suerte no concluyo en tragedia, Jorge Menor trabajó por muchos años en la panadería Los Sánchez, situada en la calle Horca y murió en el 2004,

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