Viernes 4 de julio de 1851 La primera vez que ondeo en Camaguey la bandera de la estrella solitaria



Reunido en la finca San Luis a principios de mayo con revolucionarios procedentes de San Miguel, Guáimaro, Las Minas y Cascorro para ultimar los detalles del alzamiento contra el gobierno peninsular que se realizaría en la sabana de Guanamaquilla el 1 de julio, supo Joaquín de Agüero y Agüero que el Teniente Gobernador de Santa María del Puerto del Príncipe, Mariscal Lemery había ordenado la detención de numerosos camagüeyanos al ser descubierto el movimiento de la la Sociedad Libertadora 

Las congas camagüeyanas y notas a su historia.



Entre los años de 1920 y 1930 se produjo en la ciudad de Camagüey un importante fenómeno cultural para el desarrollo de nuestra cultura. Eta fue la década en que las agrupaciones congueras se sumaron definitivamente a los desfiles y paseo del San Juan.
Con independencia de las fiestas populares de otros pueblos y ciudades del país, en Camagüey los cabildos de negros libertos asentados en la periferia de la población, barrios de indios, como se les llamaba a estos asentamientos suburbanos, organizaban toques de tambor o congas, atendiendo cada cual a sus etnias, entre estas aquellas procedentes de Dahomey, el Congo, Angola o Guinea. 

Algunas historias de la flora principeña.



Junto a las historias cotidianas tejidas a lo largo de medio milenio en Santa María del Puerto del Príncipe, no solo aparecen las personalidades que marcaron épocas y cada una atemperada a su tiempo, hubo igualmente personajes que entretejieron leyendas y anécdotas en la población o quedaron de alguna manera fijadas en las páginas de los periódicos y la memoria de las gentes.
De estos últimos se podría hablar de Ginebrón, aquella tosca mujer bebedora de trago largo que originó más de un reyerta pública con la policía, o “El Resbaloso” aquel rescabucheador antológico nunca identificado. Pero tuvimos en esa galerías ejemplares de la fauna como el aura blanca, el sinsonte principeño o las guineas de Cadiz.