La leyenda del Caricortado



Entre las muchas leyendas lugareñas de Santa María del Puerto del Príncipe, una de las más fantásticas es la del Caricortado, tema recurrente en nuestra ciudad para las temporadas de lluvias cuando nuestros dos ríos fundacionales salen de sus cauces e inundan las zonas bajas de la ciudad.

En las noches de veladas era común en esos días de lluvia reunirse las familias a conversar a la luz del quinqué o las velas, revivir recuerdos y dar curso a la fantasía en relatos y leyendas asustando a los más pequeños y atemorizando a las jóvenes. Porque, según decían, aun el Caricortado tocaba de puerta en puerta en esas noches tormentosas en busca de su casa , arrastrada alguna vez por la furia del río. 
 

Un singular duelo radial


Allá por los inicios de la radio en Camagüey, las cosas eran muy difíciles, en oportunidades locutores y artistas tenían que inventar sobre la marcha elementos que dieran emoción a los radioescuchas. Las pequeñas emisoras entonces existentes apenas si tenían técnicas adecuadas, conocimiento o recursos mínimos. De los efectos de sonido, por ejemplo, se sabía poco y cada cual improvisaba a su manera.

 A principios de la década de 1940 daban sus primeros pasos en la radio dos jóvenes camagüeyanos que andando el tiempo devinieron en maestros de la profesión, nos referimos a Deogracia (Nino) Moncada Fonte y Roberto Canela cuya popularidad desde entonces comenzó a crecer. Con los años Nino hizo historia en la radio lugareña y Canela se consolidó su prestigio en las emisoras nacionales desde La Habana.

Breteros a la criolla



Los bretes como las leyendas, nacen a partir de una historia casi siempre real, utilizando un lugar común como escenario público para identificar sitio y personajes, pero distorsionan de tal forma la realidad que le convierte en fantasía. 
 
Hasta alli la ficha técnica.

La diferencia está en que mientras la primera se identifica con el acervo cultural de los pueblos, el segundo se utiliza para desacreditar al projimo por la simple lipidia de joder.
La leyenda es patrimonio, cultura, sociedad. El brete es chisme, gallofa, enredo. 
 

Calles, plazas y avenidas con el nombre de Fínlay en Camagüey.

 
 Al parecer la primera gestión oficial realizada en nuestra ciudad para perpetuar la memoria del insigne científico camagüeyano Carlos J.Fínlay tuvo lugar cuando el Ayuntamiento de Camagüey aprobó el 10 de mayo de 1944, dar ese nombre a la Plaza de La Merced, hasta entonces Charles A. Dana, ahora Plaza de Los Trabajadores.

El acuerdo Añadía colocar una tarja en el lugar y a la vez transfeir el nombre de Charles A. Dana al callejón de Fínlay. En definitiva, a pesar de los acuerdos y las actas del gobierno local, la permuta no llegó a materializarse.
 Aunque oficialmente en los archivos constan los cambios de dichos nombres. 

 
Otro lugar que por esa época se denominó con el descubridor del transmisor de la fiebre amarilla, fue la plazoleta situada en la calle Cisneros, entre Ayesterán y Boza, en el poblado de Las Mina. Se aprobó en septiembre de 1944.

Cuando se hicieron las obras de la carretera de la ciudad de Camagüey con destino al aeropuerto, se recibieron en el Gobierno numerosas solicitudes de nombres para esa importante vía, que hasta entonces se le conocía como Camino de Pueyo o Paseo de Bélgica.

 Una de aquéllas propuestas fue la de los veteranos de la Guerra de Independencia quienes pidieron que se nombrara la nueva carretera Avenida de Los Héroes, cosa que fue aprobada casi de inmediato.

Sin embargo, y a pesar de ese acuerdo, ya conocido oficialmente. El 2 de setiembre de 1944, un grupo de locales pidió cambiarle el nombre por el de Avenida General Batista. Esa propuesta, por supuesto, no prosperó en Camagüey.

Desde La Habana, el periodista lugareño Andares Núñez Parra había escrito un documento con fecha 6 de septiembre de ese mismo año donde razonaba para que la carretera en construcción recibiera el merecido nombre de Avenida Joaquín de Agüero. La exclusiva Sociedad Liceo se solidarizó con ese nombre.
 En octubre de aquel año el Club Rotario propuso se le denominara Avenida Ingnacio Agramonte. En ese mismo año llegó al Ayuntamiento otra solicititud reclamando el nombre Avenida Agüero - Aponte.

Fue sin embargo la Logia Santa Lucía no. 23 de los Caballeros de la Luz, quien rogó en carta fechada el 23 de noviembre de 1944, se le diera el nombre Avenida Carlos J. Fínlay. Con ese nombre se solidarizaron los vecinos de Las Minas, quienes recogieron firmas y las enviaron al Alcalde.

A fin de llegar a un acuerdo sobre el particular y terminar con aquella polémica establecida, pues se habían también sumado otras propuestas, 
el Ayuntamiento de Camagüey sometió el caso a votación entre los ediles con la presencia, de forma extraordinaria, de los solicitantes, para la firma de conformidad una vez conocido el resultado y liquidar la situación.
Este fue el resultado;

Avenida de Los Héroes, 1 voto; Avenida de Las Américas, 1 voto; Avenida El Lugareño, 4 voto; Avenida Ignacio Agramonte,. 2 votos; Avenida Fínlay, 14 votos.

El resultado de esa novedosa forma de determinar el nombre de una vía en nuestra ciudad, fue aprobado en acta de ese mismo día; 28 de noviembre de 1944

¿Y usted, en qué trabaja?


Si usted es de los que le avergüenza decir en qué trabaja, aquí van algunas sugerencias para mejorar el aspecto de su 'Curriculum Vitae' e impresionar a los vecinos.
 
 
Coordinador de Movimientos de Información Interna
(Guardián)
 
 Especialista en Logística y distribución de Documentos (Mensajero)

Experta en Terapia Visual y Distracción Ocupacional
(Bailarina de Club (streep-tease)
 

Prohiben en Camagüey camisas de mangas cortas




Entre las cosas que con el tiempo hemos perdido, se encuentra la costumbre de vestir bien; es más, existe una inclinación mundial a la moda del no tener moda ni patrones fijos en el vestir. 

Sucede que cada época tiene su modo y sus formas y por tanto no valen comparaciones ya que con los años, el cambio climático, los códigos morales y las restricciones se perdieron esos hábitos, o al menos se flexibilizaron. 

Soy de los que piensan que en realidad, lo mejor es que cada cual vista como quiera. Con lo que quiere, o con lo que tenga, que eso también influye. 

Pero entonces, con todas estas libertades actuales en el emperifollarnos para salir a la calle ¿Qué haría usted si de momento resulta que el Gobierno le norme esa forma de presentarnos en público?.