Emblemas de la ciudad contemporánea.



Si en realidad plazas, callejones e iglesias rememoran un pasado de historia colonial en nuestra ciudad, la moderna arquitectura urbana le ofrece un rasgo distintivo que con independencia de las viviendas decimonónicas, hoy nos muestra un catálogo con rasgos muy particulares en las muchas variantes de las corrientes de la arquitectura clásicas art decco, art noveau, ecléctica y monumentaria entre otras, no pocas de esas construcciones representan modelos emblemáticos en Camagüey
En esta ciudad se levantan alrededor de 650 edificaciones de estilo Art Deco que poseen un valor considerable, aunque existen muchas otras que presentan elementos del estilo pero con un grado mucho menor. Son representativos de este desarrollo el hotel Puerto Príncipe y el teatro Alkazar. Destacado en este estilo es el Colegio Champagnat (1940) del arquitecto catalán Claudio Muns Blanchart,. donde el diseño geométrico y las disposiciones espaciales evidencian los máximos preceptos del Deco.
A partir del siglo XIX se introducen en la construcción de viviendas en esta ciudad el neoclásico y el barroco: elementos volados acompañados de molduras, finas columnas distribuidas en toda la fachada y algunos cambios hacia formas neoclásicas sin embargo, entre el 1900 y el 1930 se impuso en la arquitectura el estilo ecléctico con diversas formas dentro del movimiento neoclásico o academicista, en especial con respecto a edificios públicos, tales como escuelas, bancos e iglesias.

Por un pomo de tinta-


Durante una de las bajas y altas de mi familia fui a dar a la muy humilde escuela publica no. 26. Era algo muy pequeño, tres o cuatro aulas de mampostería y tejas criollas levantada en un hondón que existía junto a la calle 6ta.entre Principal y Palomino, en el reparto Simoni. Hoy la urbanización con almacenes y viviendas de buena presencia han borrado aquella postal
Para los alumnos esta situación era magnifica, pues bastaba un chubasco para que la escuela se inundara y nosotros nos la pasábamos muy bien subidos en los pupitres convirtiendo las hojas de las libretas en barquitos de papel.
En una ocasión, durante cierta campaña de antiparasitaria, Salubridad mejoro el par de letrinas que teníamos en el patio y convoco aun concurso de escritura sobre formas para librarnos de lombrices intestinales y toda su complicada familia, que como se sabe tiene entre uno de sus daños colaterales es el picor en los fondillos.