La Semana Santa de Henri Morgan en Camagüey



Jacques de Sores, El Olonés y hasta Barba Negra parecerían niños de cuna si nos atenemos a las historias reales o no que sobre Henri Morgan se han escrito, porque aparte de ser en una sola pieza hacendado, corsario, pirata, contrabandista, esclavista, político, cuatrero, teniente gobernador de Jamaica y caballero de la corona inglesa, todo indica que fue mucho mas malandrín de lo que dicen
De todas formas Morgan debió ser algo introvertido pues cuando acometía una empresa no era de los que pasaba personalmente a cuchillo a sus prisioneros ni incendiaba las ciudades que arrasaba, ya que siempre tenia a mano a otros para hacer esta tarea, aunque ya se sabe que siempre existen aquellos que pasan la vida hablando mal de los demás.

Pasos de mujer en el periodismo




La presencia de la mujer en la prensa cubana, especialmente en la de Camagüey, tiene antecedentes remontados a la primera parte del siglo XIX. Fue el periódico El Fanal de Puerto Príncipe, quien desde 1847 y a partir del auge de la llegada de la imprenta a nuestro territorio, dio impulso definitivo al periodismo lugareño.
 En sus inicios, y aun durante una buena parte del siglo XX, la presencia de la mujer en el periodismo se limitó a incursionar en trabajos de corte literario de su propia cosecha, poesías, novelas y crónicas ocuparon espacio en la prensa local cobrando vuelo cuando aparecieron publicaciones especializadas en temas culturales.
Una de las primeras mujeres en insertar su nombre como redactora en las páginas de El Fanal fue Martina Pierra de Poo, quien en 1851, vinculada de alguna forma con la conspiración de Joaquín de Agüero, fue detenida por las autoridades españolas y luego desterrada de la ciudad pasando a residir de manera forzosa en La Habana, donde desde colaboró en algunas publicaciones..

…..Una fatal nota de prensa



El 2 de enero de este 1942 fue asesinado a causa de una punzante crítica publicada, el director del periódico Acción, Andrés Avelino Pérez, comerciante español radicado en la ciudad y a la vez presidente de la Unión de Comerciantes de Camagüey, que aficionado al periodismo, terminó por liquidar todos sus negocios y adquirir en 1936 el taller tipográfico de Sabás y Marin, estableciendo el nuevo periódico en General Gómez 261, casi esquina al callejón de Masvidal.
Bajo su dirección reunió a un pequeño grupo de periodistas con experiencia, conformando una nomina compuesta entre otros por Luis del Álamo como Jefe de Información, quien a la vez era escritor de guiones radiales y había incursionado con escaso éxito en la novelística. Para jefe de la página deportiva contrató los servicios de Enrique López González, (Eukirne), por entonces redactor de los periódicos La Noche y La Semana Camagüeyana; el cronista social lo fue Oscar Freyre, quien tenía en buena historia en el sector, mientras que Mario de Jesús Rojo, periodistas negro de buen prestigio, fue el redactor de la pagina política.