El rio Hatibonico


EL río Hatibonico nace en las sabana serpentinosa del norte de la ciudad de Camagüey y cruza por ella del noroeste al sureste, para ir a desembocar luego de unirse al río Tinima y conformar el San Pedro en las marismas costeras del sur.
El Hatibonico entra a la ciudad a través de la circunvalación norte hasta acercarse al reparto Puerto Príncipe, que es uno de los más modernos construido a finales de la década de 1950. Justo al abandonar esa urbanización le alcanza el arroyo del Güije, que viene desde el oeste y es uno de sus más importantes afluentes.

Un paracaidas sobre la ciudad




En realidad la fiebre mundial de la aviación llegó a Camagüey con casi 20 años de atraso, y aunque aun faltaban otros diez para que se hiciera realidad la azaña de Barberán y Collar, lo cierto es que para aquella década aún andábamos a la zaga, a pesar de que andando el tiempo la ciudad se colocaría entre las primeras del país en la técnica aeronática.
 
De todas formas en esos años se sucedieron dos hitos, la llegada en 1922 de la Empresa Hispano Cubana de Aviación, para inaugurar un campo de aterrizaje en el reparto La Vigía, cerca del Hotel Camagüey, edificio hoy ocupado por el Museo Provincial Ignacio Agramonter, y el arribo a finales de enero de 1928 de una compañía norteamericana dedicada a ofrecer espetáculos aéreos.

Los acróbatas instalaron su pista al sur de la ciudad, en una zona conocida entonces como la sabana de Los Marañones, que es donde hoy se levanta el Hospital Provincial Pediátrico Eduardo Agramonte Piña y parte del reparto Torre Blanca, junto al camino a Santa Cruz del Sur. Como en su campaña de propaganda los aviones se dedicaron durante dos días a atronar el aire mañana y tarde sobrevolando a baja altura los techos de las viviendas, las autoriodades se vieron precisadas a intervenir en el asunto, limitando los vuelos sobre la población.