Fidel y el ciclón mas largo.




Aun sin recuperarnos del impacto que dejo en el pueblo cubano el ciclón Flora y apenas diez meses después de esa tragedia, el 23 de agosto de 1964 el Observatorio Nacional de la Marina de Guerra Revolucionaria alertó al país en su boletín informativo no. 5, diciendo que la presencia del nuevo ciclón tropical Cleo, el tercero de la temporada de aquel año, se hacia muy peligrosa para Cuba dada su posición al sur de la isla de Santo Domingo, por lo que era probable que tomase una franca dirección hacia nuestro país.
El ciclón Cleo se originó en las costas de África a principios de agosto, cruzo el Atlántico ganando en intensidad e internándose en el mar Caribe con fuerza de 250 kilómetros por hora para golpear a la pequeña isla antillana de Guadalupe, donde originó una decena de muertos y mas de diez mil damnificados.

La leyenda del lindo gatico blanco.



En años de recorrido por la Sierra de Cubitas e tenido la oportunidad de recoger no pocas historias y leyendas dispersas entre las comunidades que habitan aquella hermosa y dura geografía.
Concepción de la Hermita Vieja, Santa Isabel del Cercado, San Miguel de la Entrada, Banao, Algibito, Yabunal, Pozo de Vilató, Las Veguitas. Los Güiros, Caseríos algunos de ellos radicados allí desde las primeras luces del siglo XIX y aun antes.
Aislados sobre los flancos de la sierra o metidos por entre desfiladeros y valles interiores los cubiteros sobrevivieron a su forma y manera dejándonos un patrimonio muy particular de leyendas de siglos. Algunas de esas rancherías ya no existen y puede que de vez en vez los caminantes de sendas extraviadas encuentran a su paso vestigios de viviendas, cementerios olvidados y aun tumbas anónimas, devorado todo por la manigua protectora.

Seudónimos lugareños


Por alguna razón de identidad o tradición, son los cultivadores de la literatura, en especial periodistas del quehacer social cotidiano, aquellos que, contrario a otras profesiones, gustan utilizar seudónimos para cubrir sus nombres que, llegado el caso, algunas veces se popularizan de tal forma que borran por completo la identificación de la persona.
Nuestro país no estuvo ausente en esa pagina y mucho menos en la provincia lugareña donde, y solo a lo largo del siglo XX, encontramos mas de medio centenar de profesionales de la prensa que utilizaron los seudónimos, unos por romanticismo aventurero, por discreción de apellidos “ilustres” o por habito, vaya usted a saber. Luego de 1959 en Cuba esa página de historia fue arrancada y aquel capitulo ha pasado a ser pieza de museo, pero no por ello menos atractiva.