La Escuela Profesional de Periodismo Walfredo Rodríguez Blanca.



Hay memorias que de vez en vez debemos de traer a días como hoy. Tal vez por el aquello de que recordar es volver a vivir, cosa en la que creo aunque no siempre todo tiempo pasado fue mejor.

 Hace alrededor de un año, por esta fecha en que celebramos el Día del Maestro, una amiga lanzó el guante, “¿y por qué no escribes sobre la escuela Walfredo Rodríguez Blanca?”

!Ha, caramba!, me dije, por supuesto que si. Pero entonces de inmediato no lo hice. Pasaron los meses, y llegamos de nuevo al aniversario. Sé que ahora ya no hay excusas para postergar esa deuda.

En realidad no he conocido una escuela más cosmopolita que la Walfredo Rodríguez Blanca, auspiciada por el Colegio Nacional de Periodistas en Camaüey y de hecho y por derecho la primera escuela de periodismo abierta en nuestra provincia.

De la cocina ligareña


 Un antiguo refrán castellano expresa que "el amor entra por la cocina" sintetizando cuanta influencia tiene la comida en las relaciones económicas y sociales de los pueblos.


 Por supuesto que cada región de la Tierra tiene sus propias versiones y condimentos, a veces con iguales productos. Eso hace de la cocina un verdadero catálogo de gustos, olores y colores, con independencia del arte culinario siempre bien recibido.

El Camagüey no iba a ser la excepción, tiene en  sus avales el desarrollo de una ciudad mediterránea con profundas raíces ganaderas y  población de rasgos muy particulares en el mosaico del archipiélago cubano. Desde  entonces, si de cocina se trata,  se crearon muchos platos con las carnes, viandas y aderezos del entorno y desde el siglo XVI a nuestros días muchas de esas comidas han llegado a nuestros días con mínimas variantes, de allí que las recetas hayan pasado de una generación a otra hasta llegar a nuestras mano.

En el aniversario 196 del escudo de armas de Santa María del Puerto del Príncipe




En el acto del cabildo abierto junto a la costa, los primeros colonos que juraron el documento dejando asentada a perpetuidad la villa de Santa María del Puerto del Príncipe el 2 de febrero de 1514, añadieron en el documento que se colocaban bajo la protección de la vírgen María Santísima de La Candelaria y que tomaban por arma y divisa un escudo circular, de color azul, con una paloma de plata en el centro. El escudo redondo respondía a la figura frecuente empleada en a Peninsula
la heraldica, el azul simboliza la realeza, serenidad y justicia entre otras virtudes parecidas. La paloma es simbolo de la fe, el amor y la paz y el color plateado alude a los meses del invierno 

Fondas en la ciudad


Desde sus orígenes, desde las ollas de fabadas y bacalao vizcaino al coingri y tasajo con boniatos, Camagüey tuvo fama de su buena gastronomía, Emblemáticos fueron en su tiempo los restaurantes del Gran Hotel y el Hotel Colón, El Copacabana, Ríos Bolos Club, El Pollito y El Aeroclub, para solo mencionar unos pocos espacios que signaron la época republicana con marcada incidencia hacia la década del 1950.

Cazahuracan frustrado


Hace poco en la redacción de nuestro periódico comenzamos a rememorar historias, vaya usted a saber porqué, y como era coincidente con la fecha de septiembre y como además circulaba una tempestad rondando el golfo de México, recordé una anécdota que tenia entre papeles casi olvidada.

Les cuento. 
 
Tronante, el huracán Emily que azotaba el Caribe oriental al atardecer del domingo 22 de septiembre de 1987 torció rumbo y se dirigió recto hacia las grandes Antillas, encimado sobre la isla de Santo Domingo en una dirección que le colocaba a tiro de piedra de las provincias de Guantánamo y Santiago de Cuba. 

La historia camagüeyana del niño que orina.



El Manneken Pis (niño que mea) es una estatua de bronce de 61 centímetros situada en el centro histórico de Brucelas, Bélgica. Representa a un niño pequeño desnudo orinando dentro del cuenco de la fuente. Este es uno de los símbolos de la ciudad y una de sus atracciones turísticas principales, simbolizando el espíritu independiente de sus habitantes.

Había ya una estatua parecida de piedra a mediados del siglo XV que fue robada en varias ocasiones. En 1616 fue reemplazada por una estatuilla de bronce situada sobre una columna de seis pies siendo sustituida por el actual nicho en 1770. La estatua actual es una reproducción de la original, que unos vándalos robaron allá por los años 1960 siendo objeto de noticias de prensa que contribuyeron a dar a la estatua y al monumento cierta fama internacional. Recuperado algún tiempo después el original se depositó junto a otra copia de bronce dorado del siglo XVII en el Musée de la Ville de Brucelas.
Tras esta estatua, existen varias leyendas, pero la más conocida cuenta que un rico comerciante que visitaba la ciudad con su familia perdió a su hijo pequeño y se organizaron grupos de búsqueda. El niño fue encontrado riendo y orinando en un pequeño jardín, por lo que el padre decidió ayudar a la construcción de una fuente. Una fuente que tiene a su hijo orinando en la parte superior.

Veredas y caminos para una ciudad




En una ciudad como la nuestra con cinco siglos de historia, no solo la arquitectura es parte de su identidad, también hay espacios y trazos, formas de pensar y actuar que se insertan en el conjunto patrimonial de determinada generación cualquiera que sea el tiempo que le tocara vivir.


Punto de referencia para estas historias son igualmente nuestros barrios y calles, elementos o sucesos vinculados a la arquitectura y aun a la sociedad que en ella habitó y dió forma, dejando un trazo significativo por lo que trascendio o representó.

Tenemos como ejemplo a la mano la portada de Carrasco, lugar que llegó a tener cierta fama, pués ya desde el siglo XVII se convirtió en sinónimo de despilfarro para los habitantes de Santa María del Puerto del Príncipe. 

Curso de verano para graduar esposas



Por supuesto que el sol de agosto es muy fuerte y ya se sabe, el calor alcanza nuestro
 desespero. Pero bueno, con cada verano siempre decimos lo mismo; que este año es más
caluroso que el anterior, que si el cambio climático. Lo cierto  es que el calor resulta agotador.
Y por eso es que los camagüeyanos tenemos la costumbre de tomar vacaciones de verano, 
especialmente en este mes y ello aunque sea para ir a sentarnos al Casino Campestre.


¿Sabes que ahora que hablamos del verano y las vacaciones, me acordé que leyendo un periódico del  año 1950 encontré algo sorprendente; por esa época, durante las vacaciones muchas instituciones sociales, por ejemplo el Liceo, el Camagüey Tenis Club, y aun la Benemérita Sociedad Popular de Santa Cecilia, organizaban para sus miembros unos cursos de verano dedicados a temas sociales y culturales, pero también venían a Camagüey para dar esos cursos, extensiones de escuelas o institutos norteamericanmodo de vida norteamericanoos con diferentes ofertas de cursillos como por ejemplo, cursos de idiomas .Incluso, en ese periódico había un anuncio donde te decían que podías aprender chino en diez lecciones.

Un domingo 26 de julio




El domingo 26 de julio de 1953 amaneció despejado sobre Camagüey. Hubo durante la semana alguna tormenta de verano hacia la costa sur pero para este día la temperatura y el sol regalaban un genuino verano tropical.

 La noche anterior Luis Pichardo, el jefe de información del periódico El Camagüeyano, esperó hasta tarde algún cable de la prensa extranjera sobre la esperada firma del armisticio en la guerra de Corea para poder cerrar el titular de la primera página, pero en Pan-mun-jon las partes en conflictos aun necesitaban un poco más de tiempo.

Avanzada la madrugada y sin otras noticias relevantes Pichardo avisó a Arteaga, el jefe de redacción de que cerrara la página y a Eduardo Adán, a cargo del Fotograbado, que ya no había otra cosa que hacer, luego bajo al taller para leer la última prueba de la plana que faltaba por fundir. En la rotativa las tejas de las restantes páginas se encontraban ensambladas a los cilindros y los maquinistas esperaban la orden de echarlos a andar.

El regimiento de Amazonas de Cristina




El regimiento de Amazonas de Cristina fue creado en la ciudad de Santa María del Puerto del Príncipe en los primeros meses de 1830. y aunque no hay mucha documentación sobre tan poco conocido suceso, puede que haya sido la primera  fuerza militar femenina en Cuba. 
  
En realidad aunque este regimiento de mujeres no tuvo un carácter ofensivo ni fue ese el propósito del Ejército Español, si mantuvo disciplina, presencia y porte militar por algunos pocos años de aquella primera parte del siglo XIX.

El regimiento tuvo sus orígenes en las fiestas populares y homenajes que con motivo del matrimonio del rey de España Don Fernando VII con Doña Cristina de Borbón, se realizaron en todas las colonias dominadas por la península.

En Puerto Príncipe el marqués de San Felipe, emparentado con la aristocracia lugareña, y por entonces Coronel Jefe del Regimiento de Cuba, acantonado desde hacia mucho en nuestra ciudad, convocó durante esas fiestas a crear el Regimiento de Amazonas de Cristina, cuerpo militar compuesto exclusivamente por mujeres como homenaje a la nueva reina de España, cosa que ocurrió de forma oficial entre el 11 y el 13 de marzo de 1830.

Mi Juan Perillán



Las críticas que por su música y los estilos de sus bailes hacen algunos a la juventud de cada época, no es cosa nueva.


Debió suceder cuando el areito cambió de tono y se convirtió en minúe acompasado y desde allí al vals, al danzón, al bolero, al pilón, al patacón pisao y así hasta lo infinito. Y aunque que existen ritmos que duran más que otros, siempre, como toda moda, son efímeros aunque en un tiempo hayan “arrebatado” Por ejemplo.vamos a ver, ¿quién se acuerda ya de la zardana, la mazurca, o del mozambique, o del botecito, o del pilón, y qué me dicen de la múcara?
Es verdad que hay mucho de esa música que aun suena, pero ya forma parte de extrañamientos musicales.

El vuelo de Barberán y Collar, ¿Una leyenda?




 
 Ochenta años se cumplieron el pasado 11 de junio del raid aéreo transocéanico Sevilla, España - Camaüey, Cuba. A la media tarde de ese dia, luego de 40 horas de vuelo la nave aérea Cuatro Vientos culminó la primera etapa de su programa que le llevaría  hacia México. Esa historia no pudo concluir pues el avión con sus tripulantes desapareció cuando presumiblemente cayeron al mar. 

Muchas hipótesis se tejieron en torno al drama,  pero ninguna ofrecía una explicación lógica al sucesos, debieron de pasar muchos años para que finalmente el misterio comenzara a ser develado, y aun ahora, luego de investigaciones y declaraciones puede decirse la última palabra.

La primera mujer gobernadora en América




La Giraldilla, situada en lo alto de la fortaleza de La Cabaña, a la entrada de la bahía de La Habana, mira hacia el mar, como contaban que a diario hacía Doña Isabel a la espera del marido que había emprendido una aventura extraordinaria de la que nunca habría de regresar.

Aunque descendiente por línea materna de un gran linaje —sobrina de aquella marquesa de Moya que protegió a Colón y que sólo cedía en alcurnia a la reina de Castilla— Isabel, como tantas otras personas de su tiempo, se vio arrastrada y transformada por ese Nuevo Mundo que, de repente, había aparecido más allá del océano.

La transformación empezaría por su propia identidad. En puridad debió llamarse Inés Arias, hija que era del terrible Pedro Arias Dávila—más conocido por Pedrarias— aquel hombre de hierro que conquistó el Darién, cruel por igual con indígenas y españoles, y a cuyas órdenes pelearon caudillos tan famosos como Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa y Hernando de Soto, Inés Isabel, que era una Bobadilla por parte de su madre, se casaría con este último, a pesar de que venía de la pobreza y de la plebellez.

Desde la máquina de escribir hasta el Día Interamericano de la Secretaria La secretaria en la historia




La imagen de la secretaria está asociada a las maquinas de escribir, de la misma manera que el origen de esta profesión se relaciona con este instrumento que revolucionó la escritura.

El origen del ingenioso invento se ajusta al año 1714, cuando un inglés de nombre Henry Mill patentó una rudimentaria “maquina artificial, capaz de volcar cualquier escrito en papel. Pero, la historia indica a Cristopher Latham Sholes como inventor de la maquina de escribir, patentó en EUA en 1868.

Después de muchos modelos y mejoras en su invento, Sholes, el 1 de marzo de 1873 decide firmar un contrato con un armero al borde de la bancarrota para que reprodujera el modelo, el visionario se llamaba Remington quien fue el primero en intentar la utilidad comercial de la maquina creada por Sholes, a la que rebautizó como “REMINGTON”. Fue por ese tiempo que Liliam Sholes y una de las hijas de Rémington, se dedicaron a promocionar el nuevo invento, convirtiéndose en pioneras de las secretarias actuales.

La flora entre los personajes camagüeyanos




Junto a las historias cotidianas tejidas a lo largo de medio milenio en Santa María del Puerto del Príncipe, no solo aparecen las personalidades que marcaron épocas y cada una atemperada a su tiempo, hubo igualmente personajes que entretejieron leyendas y anécdotas en la población o quedaron de alguna manera fijadas en las paginas de los periódicos y la memoria de las gentes.

De estos últimos se podría hablar de Ginebrón, aquella tosca mujer bebedora de trago largo que originó más de un reyerta pública con la policía, o “El Resbaloso” aquel rescabucheador antológico nunca identificado. Pero tuvimos en esa galerías ejemplares de la fauna como el aura blanca, el sinsonte principeño o las guineas de Cadiz.

La fauna entre los personajes camagüeyanos.


Por supuesto que una ciudad con tantos años tiene también una larga historia. En Camagüey no son solo calles y zaguanes, plazas, parques o callejones los que marcan esos hitos de periodos, ni siquiera solo personajes y personalidades nos acompañan en los fantasmas de las memorias, las páginas de los libros o en los desvanes umbrosos. Hay hechos cotidianos, incluso estampas de la fauna sumados a crónicas añosas.

 Un principal ejemplo de esas historias es la leyenda del aura blanca, aquella humilde ave hecha “milagro” cuando en la década del 1880 a la muerte del sacerdote Jesús de la Cruz Espí, el popular padre Valencia, apareció sobre el leprosorio de San Lázaro  y muchos quisieron ver en ello el alma del sacerdote que tornaba a ellos para socorrerlos. Por años  el religioso logró mantener a duras penas el hospital  pidiendo limosnas de puerta en puerta. Capturada el ave y exhibida, lo recaudado sirvió para dar solución económica por algún tiempo al hospital. De allí a la leyenda solo había un paso

CXLIV aniversario de la batalla del desfiladero de Hinojosa.



Cuando la extrema vanguardia comenzó a trepar por el tortuoso trillo hacia el desfiladero, eran las once de la mañana del lunes 23 de febrero de 1869.
 Aun hoy, 144 años después, el eterno silencio que antecede a las tormentas parece envolver esa misma geografía de diente de perro y bosques umbrosos.

Hacia dos días que la columna española, compuesta por unos 3 500 soldados de todas las armas comandados por el brigadier Don Juan Lesca Fernández, marchaba con la certeza del inmediato encuentro con los insurrectos en el difícil paisaje de la Sierra de Cubitas. 
 
Hasta esos instantes mucho costó a Lesca legar hasta las estribaciones cubiteras, hostigado desde el instante de su desembarco en el puerto de La Guanaja y hundido en las ciénagas costeras jalonando de muertos y heridos su marcha hacia Santa María del Puerto del Príncipe, con la encomienda de romper el cerco que atenazaba la ciudad de bloqueada por las fuerzas cubanas casi desde los inicios de la guerra.
 
 
Como para aquellos momentos a la columna española le era imposible retroceder y el forzado paso a través de Cubitas era un seguro y desventajoso encuentro con el enemigo, el Brigadier seguramente estimó costear la sierra para ir a salir al estremo oeste y retomar la marcha por el Camino Real de Cuba para llegar a Puerto Príncipe por aquella ruta, libre de toda amenaza

!!!Aquellas recetas médicas!!!



Estaba pensando en que hoy cualquier criollo te habla de medicamentos y tratamientos médicos con la soltura de un máster en la materia. Y es que en eso de diagnosticar enfermedades y emitir recetarios, pocos le ponen un pie delante a los cubanos, quienes por lo general creemos que nos las sabemos todas.

Claro es que hoy tenem os tanta la información y tanta la cultura sanitaria que ahora todo nos parece la cosa más natural del mundo, sin embargo hace muchos años las cosa no era así y los médicos, boticarios y curanderos, que también eran sangradores, sacamulelas, barberos y hasta comadrones, tenían a mano solo un puñado de medicamentos, buenas intensiones y algo de suerte.

Enigmas en nuestras historias lugareñas.




Puede que no haya algo tan complicado en la historia local como el propio nombre de nuestra ciudad de Camagüey. Eso, sin contar fechas de fundación, trasiegos, encuentros con piratas, convivencia con bucaneros y esa enigmática sinrazón de convertirse de pueblo costero a mediterráneo por el gusto, parece, de encerrarse sobre sí misma.

ó tanto a Cristóbal Colón la bahía descubierta al poniente de su ruta mientras costeaba el archipiélago de Cuba durante el primer viaje al nuevo mundo, que para distinguirla de otras ya conocidas, se la dedicó a Juan de Aragón y Castilla, Príncipe de Asturias , el segundo de los cinco hijos de los reyes españoles Fernando e Isabel, que para aquel 1492 tendría 14 años de edad.

Mueblerías de la ciudad



Desde la época colonial gustos de los camagüyanos por el mueblaje de sus viviendas estuvo dividido en dos. De una parte la burguesía española prefería importar desde la Metrópolis sus pesados muebles constituidos por decenas de piezas de sobrio diseño, con independencia de alguna influencia francesa o inglesa, de la otra los criollos con gustos por los muebles fabricados en los aserraderos lugareños con maderas del país, estos eran muebles más livianos y dotados de un cierto aire “tropical” como sillones reclinados, butacones tejidos, y cómodos balances que en la carpintería española no tenían cabida.
Por su parte las familias con escasos recursos económicos se las arreglaban, criollos o españoles, con taburetes, mesas y juegos de sala, cuarto, o comedor de modestos presupuestos, compuesto casi siempre por dos balances, dos sillones y un sofá con una mesa central cuando se trataba de juegos de sala, los restantes muebles eran también muy racionales. 

El hijo de Martí, un muchacho impetuoso.

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Para enero de 1893 José Martí recibió en New York una carta remitida desde Camagüey por Enrique Loynaz del Castillo, joven que en la guerra del 95 se convertiría en uno de los generales más gallardos de esa gesta.Junto al pliego le remitía una foto en que aparecían, en la sabana de Cubitas, jinetes organizados en línea de combate. Uno de aquellos jinetes era José Francisco Martí Zayas Bazan , que entonces tenia catorce años. 
 
Ni la carta ni la foto nunca aparecieron entre los papeles dejados por Martí a su salida hacia Cuba y de ellas solo queda el testimonio que escribiera en sus memoria Loynaz del Castillo a la conclusión de la guerra, página que tituló; “Un memorable paseo a la Sierra de Cubitas y a las cuevas del mismo nombre” . Que se sepa, es la única foto que desde Puerto Príncipe recibiera Martí.