Fidel tras las ráfagas de Cleo



La primera perturbación ciclónica que afecto a Cuba luego del primero de enero de 1959 fue Gracie, quien a finales de septiembre se aproximó a las costas del oriente del país para luego alejarse dejando algunas lluvias dispersas por aquellas regiones.
En septiembre del siguiente año el Donna se deslizó a lo largo de la costa norte. En esta oportunidad y debido a su cercanía y amenaza el Departamento de Seguridad Publica Revolucionaria con la ayuda del Ejército Rebelde procedió a evacuar alrededor de once mil personas de poblados costeros de la provincia de Oriente, sin dudas la mayor evacuación realizada hasta entonces en el país.
No era para menos, el Donna fue el huracán más destructivo de la temporada. Tras alcanzar categoría 5 en el océano abierto a principios de septiembre, pasó por las Antilla Mayores como categoría 4 torciendo al norte para arremeter contra la Península de La Florida, donde causo mas de 400 muertos.
Desde el punto de vista meteorológico 1963 se presento nuy activo y en octubre el sexto ciclón de la temporada toco a nuestras puertas. Flora, que ya venia errático desde el Caribe y que obligó a medidas extremas de protección en el país azotó desde el 4 de octubre la provincia de Oriente acompañado por torrenciales aguaceros, salio al golfo de Guacanayabo por Manzanillo y recurvó de manera sorpresiva para entrampar a Camagüey y dirigiéndose de nuevo al Oriente hasta salir por la costa norte de esa provincia.
El 6 de octubre Fidel paso por nuestra ciudad con destino a Oriente y fue testigo de las afectaciones que comenzaba a sufrir nuestro territorio.