Respetemos a quienes nos protegen

Camagüey, 24 de noviembre de 1920; Dos soldados norteamericanos que ayer paseaban por la ciudead, bajaron de sus caballos frente a la fonda – bar- posada El Buen Vivir, situado en la calle de La Gloria, entraron al recinto, desenfundaron sus revólveres y saquearon la caja contadora, la que para esa hora solo tenia 11 pesos con 35 centavos.  

Según testigos, los militares encañonaron a los pasmados parroquianos y para que no quedara dudas también fueron desvalijados, salieron a la precipitada desapareciendo a todo galope calle abajo.

Durante estos días se han  producido numerosos hechos delictivos asociados siempre a los soldados nortemaericanos acampados en La Zambrana. Entre estos hechos se encuentra  el asalto a la barbería del Sr. Jiménez, abierta en la calle Palma, y a punta de revólver vaciaron la caja y el bolsillo de los clientes que allí se encontraban. También en la calle de San José entre Avellaneda y República, tres soldados norteamericanos asaltaron a un billetero, le robaron cuarenta centavos y lo ataron a un poste, diciéndole que dentro de un rato lo iban a linchar porque era negro.
 
Como se recordará la pasada semana la policía cubana detuvo a tres de estos soldados cuando pretendían violar a una jovencita de 14 años, quien se encontraba en la puerta de su casa. Cuando el padre salió en su defensa fue golpeado.

Una hora después de estar en el cababozo de La policía, con un alardoso despliegue de fuerza una patrulla de la Policía Militar yanqui irrumpió en la estación de policía y liberó a su cómplice, regresándolo a la unidad militar.

Por supuesto que la irritación entre los lugareños por las tropelías de los soldados del norte ha creado una difícil situación a las autoridades cubanas,  a pesar de su llamados a la concordia, recordando que los norteamericanos se encontraban aquí como mensajeros de la buena voluntad, cultura y protección contra aquellos empeñados en perturbar la paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario