Gacetillas para el parque Agramonte

 





Cuando sobre las diez de la noche del 24 de febrero de 1777 se derrumbó la torre de la Iglesia Mayor aplastando parte del edificio, lo primero que hizo el alcalde ordinario Don Jacinto Agramonte fue ordenar una investigación pues hacia apenas un mes que la obra se había inaugurado con festejos religiosos y bendiciones. Luego con los escombros hizo rellenar el solar aledaño que a ratos servia como área de ejercicios de la guarnición de la villa.

En realidad para la fecha ya existía este espacio que el Coronel Diego Antonio de Bringas, jefe de la tropa, había tomado como Plaza de Armas en una población, entonces de poco mas de trece mil habitantes

Don Agramonte se preocupó no solo por el daño de la torre, sino por el cementerio aledaño, ubicado al fondo de la iglesia y orillado a la Plaza. En definitiva la nueva torre no estuvo lista hasta 1797 y de los resultados de aquella investigación nada se sabe. El fosal estuvo en ese sitio hasta que en 1813 se inauguro el campo santo junto a la iglesia del Cristo del Buen Viaje.

Monumentos para la memoria histórica


 

Un monumento, una estatua o una tarja representa la memoria física histórica del pasado. En general la memoria histórica de los pueblos es un concepto ideológico e historiográfico que representa el esfuerzo cultural de la sociedad humana por encontrar y fijar su pasado. En el rescate de esos valores confluyen diferentes conceptos, como la memoria colectiva o memoria de los pueblos, cuya importancia radica en clasificar la memoria de acontecimientos no vividos directamente, sino transmitidos por otros medios y mostrada de forma física en esculturas y obeliscos. Conservar esta memoria histórica permite a los pueblos preservar su identidad al hacer recordable su procedencia, quiénes son y cómo ha ido evolucionando la sociedad a la que pertenecen,.  

Entre la historia y la memoria no debe haber confusiones y sí relaciones estrechas, pues mientras la historia adopta necesariamente la forma de un registro, continuamente reescrito y revaluado a la luz de evidencias antiguas y nuevas, la memoria se asocia a la representación pública: un parque temático, un edificio, elementos de un paisaje urbano, un programa de televisión, un acontecimiento, un cementerio, calles y plazas, etc.

Sin embargo existe una diferencia entre la memoria oficial, que es elaborada desde organismos del Estado para glorificar, y mantener la identidad nacional y la memoria pública que se caracteriza como la voluntad o el deseo por parte de algún grupo social para seleccionar una determinada identidad de su comunidad que les identifique en historia, leyendas y presente en la tradición popular.

Por ejemplo: la recopilación de documentos y libros publicados sobre el cementerio de Camagüey es una memoria oficial, pero la tarja dedicada a Dolores Rondón es una memoria pública pues se creó a partir de una conocida saga popular.

Revolución y conservación histórica.

A lo largo de siglos, Camagüey ha reunido con celo e independiente de su presencia en la historio grafía, memorias oficiales y publicas que dignifican su cultura y enaltecen su población. A lo, largo del lL siglo XX se realizaron algun os notables trabajos en tarjas y obras monumentarias pero por lo general de forma dispersa y no siempre con el apoyo oficial.

A partir de 1959 con el nuevo giro dado por la Revolución a la conservación histórica, se constituyeron las comisiones de monumentos a fin de rescatar, evaluar y haer visible la memoria oficial y publica de las diferentes regiones del país. En Camagüey la Comisión Provincial de Monumentos, fue creada a según la prensa el jueves 19 de de julio de 1964 a la dirección de Magdalena de Varona Duque Estrada. El primer acuerdo del nuevo organismo fue publicado el sábado primero de agosto del propio año y fue el de hacer declarar con estatus de protección inmediata y evitar demoliciones o usos indebidos a la iglesia y el convento del Carmen, plaza de San Juan de Dios y viviendas del entorno, fuerte militar El Voluntario y la quinta Simoni. 


 Quién atiende a quién?

La Comisión fue oportuna y obro celeridad pues algunas de estas obras patrimoniales, ya estaban en las entreveras de de hacer en ellas transformaciones. El fuerte el Voluntario corrió peor suerte: fue saqueado y demolido totalmente.

La labor sistemática de los especialistas de la Comisión Provincial de Monumentado llegada a nuestros días ha logrado en el curso de estos cincuenta años rescatar elementos de la memoria Histórica y hacerla presente. En lo actualidad la provincia posee dispersa en su territorio 226 sitios señalizados con diferentes categorías, desde placas conmemorativas a conjuntos argumentarios señalando cada sitios de interés para revivir y recrear la historia. Por supuesto que dada la cercanía o la afinidad de muchos de estos con centros económicos o sociales son atendidos por estos.

De entre los sitios históricos, 20 son destacados como Monumentos Nacionales Destacados, tal es el caso del Centro Histórico de la Ciudad de Camaguey, las Regiones Arqueológicas, el ingenio azucarero y batey Jaronú y el sitio histórico de Las Clavellinas.

Otros cinco sitios son Monumentos Locales Declarados, tales como las ruinas del ingenio azucarero Santa Isabel y la casa quinta de La Matilde.

Pero no siempre estas obras son atendidas como la historia y el respeto merece,, en algunas partes falta limpieza, crece la hierba junto a focos de basura en las proximidades. Situación critica presentan el monumento a los combatientes de Pino Tres, del que debe ser responsable la Dirección Municipal de Cultura Santa Cruz del Sur; ingenio Santa Isabel; bajo la responsabilidad de la Empresa Palmares, Nuevitas; la escuela primaria José Martí a la custodia del MINED , el paradero de Minas con responsabilidad en la Dirección Municipal de Transporte y la casa quinta La Matilde Matilde, a cargo de la UBPC Himno Invasor, de Najasa,

Dirigentes y funcionarios a la orden

En todos los casos el análisis de cada situación arroja los mismos resultados; falta de conocimientos y capacitación sobre el tema de dirigentes y funcionarios, y porque no, desinterés en la tarea encomendada o subestimación de la importancia del tema y todo esto dumado ala falta de presupuesto destinado a estas obras. Pero la atención a la memoria histórica de los pueblo es tarea dictada por el Gobierno Revolucionario a través de la Ley 2 de los Monumentos Nacionales y Locales aprobada en la Asamblea Nacional en 1977 que en su artículo 55 se refiere al grado de protección y categoría de cada monumento.