Pasos de mujer en el periodismo




La presencia de la mujer en la prensa cubana, especialmente en la de Camagüey, tiene antecedentes remontados a la primera parte del siglo XIX. Fue el periódico El Fanal de Puerto Príncipe, quien desde 1847 y a partir del auge de la llegada de la imprenta a nuestro territorio, dio impulso definitivo al periodismo lugareño.
 En sus inicios, y aun durante una buena parte del siglo XX, la presencia de la mujer en el periodismo se limitó a incursionar en trabajos de corte literario de su propia cosecha, poesías, novelas y crónicas ocuparon espacio en la prensa local cobrando vuelo cuando aparecieron publicaciones especializadas en temas culturales.
Una de las primeras mujeres en insertar su nombre como redactora en las páginas de El Fanal fue Martina Pierra de Poo, quien en 1851, vinculada de alguna forma con la conspiración de Joaquín de Agüero, fue detenida por las autoridades españolas y luego desterrada de la ciudad pasando a residir de manera forzosa en La Habana, donde desde colaboró en algunas publicaciones..
 
Vísperas del inicio de la guerra de 1868 debemos mencionar la presencia de Domitila García y Sofía Estévez, directoras del semanario El Céfiro, “Periódico literario de modas y costumbres y órgano semi oficial de la Sociedad Popular de Puerto Príncipe”, en cuyas páginas ya se perfila el quehacer del ejercicio del periodismo activo y de servicio público. Domitila, brillante pedagoga, fundo luego en La Habana el Colegio de Tipógrafas y Encuadernadoras, así como varios pequeños periódicos en la capital del país.
Desde los inicios de la república y ya con una notable influencia del periodismo norteamericano, diametralmente distinto a la sobria e inquisidora prensa peninsular, se destacan desde los albores del siglo XX la camagüeyana Dídima Guerra Argilagos, quien fuera directora y redactora de la revista Blanco y Rosa, publicada desde 1898 y periodista activa del periódico El Liberal desde el 1900
Ariatna Gómez, fundadora y directora de la revista Cooperación, desde el 1900 quien se destaco también en la nueva vertiente que dentro del periodismo que comenzaban a ocupar las mujeres, las que ya con ciertas libertades y algunas de ellas militantes del movimiento feminista que luchaba por los derechos de la mujer, se encaminaban a nuevas y mas decididas formas de hacer periodismo en la totalidad de los géneros de la profesión.
Esta es la época en que irrumpen en la prensa Carmen Eugenia. Cordero Hernández, quien ejerció en los periódicos El Camagüeyano, y Diario de Cuba, así como en la revista Vanidades; ella fue miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Americanos.
Directora de la Revista Femenina de Camagüey lo fue Isabel Eperanza Betancourt, quien desde el 1921 alcanzó notable éxito con sus comentarios periodísticos, así como Isolina.
Torres de Barthelemy, en esa misma publicación.
Aparece cambien destacada en este periodo Aurelia Castillo de González, en Lis, revista literaria, artística y social dirigida desde el 1923, por Nicolás Guillén.
Una prolija periodista que incursiono en diferentes géneros fue Flora Basulto de Montoya; quien desde el 1924, colaboró con los periódicos El Camagüeyano, El Noticiero, La Voz, y El Maestro, todos de la ciudad de de Camagüey. En La Habana trabajo para el Diario de La Marina; en Italia, con el periódico Variedades Latinas y en México con la Revista Educacional Escribió también para la prensa de Costa Rica y fue miembro de la Asociación , de Prensa de Camagüey, 1942
María Quintero laboro para periódico El Popular, desde 1929 y. Eva Canales Bens en la Revista de Todos, en 1934
De mas modesta posición, pero no menos importante en las paginas del periodismo femenino, lo fue Flerida Galván Argüelles, corresponsal en Sola primero del periódico El Camagüeyano y luego de Adelante.
Como ya la radiodifusión había irrumpido con sus “periódicos del aire”, también las mujeres incursionaron en este medio de difusión, y entre ellas se destaca en los entre años de 1940 – 1950, la periodista y locutora Concepción (Conchita) Guillen Debs,
redactora del periódico El Camagüeyano a cargo de la sección especializada, Radio Mundo. Fue corresponsal de la revista Ellas, en La Habana y locutora en la CMJA. Radio Camagüey, hasta los finales de la década de 1950.
Debemos insertar la presencia de la joven Zoila Lidia Torre, activa periodista y la primera mujer en la provincia miembro de un Ejecutivo de Periodistas. pertenecía a la Asociación de la prensa en Florida en 1933 y fue corresponsal en ese territorio en El Camagüeyano,
Zoila Lidia a poco de ser electa en la dirección de la prensa murió en un extraño accidente el 11 de abril de 1933. Cuando viajaba en un Ómnibus hacia Camagüey un rebaño de reses se les cruzó en la carretera y una res trabó un cuerno por la ventanilla ensartando por el cuello a la joven, quien precisamente ya había realizado mas de un reportaje criticando y suponiendo la ocurrencia de algún grave accidente con las reses sueltas en aquel tramo de la carretera central.













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