¿Cuántas Gertrudis Gómez de Avellaneda existieron?



Entre las más representativas figuras de la literatura hispanoamericana del
siglo XIX, se encuentra María Gertrudis de los Dolores Gómez de Avellaneda y Arteaga, nacida en la ciudad de Camagüey el miércoles 23 de marzo de 1814.

Sus padres fueron el Comandante de la Marina Española y Jefe de Puerto Don Manuel Gómez de Avellaneda y la aristocrática criolla Doña Francisca Arteaga y Betancourt, emparentada con la casa de los marqueses de Santa
Lucía. 
 
De ese matrimonio hubo cinco hermanos, pero solo sobrevivieren dos. Gertrudis y Manuel.


Un día Don Gómez de Avellaneda, que le llevaba muchos años a su mujer, se
murió. Por el aquello de verse joven, viuda, rica y hermosa, Dona Francisca
se caso diez meses después, y sin mucho luto de por medio, con el teniente
coronel Isidro Escalada y López de la Peña, quien por entonces era el jefe del
regimiento León, destacado en la ciudad para su protección.

En definitiva, en abril de 1836, toda la familia embarcó hacia La Coruña y esa época Gertrudis residió casi de por vida en España, lugar donde cosechó todos sus éxitos y donde, a pesar de los años y la distancia, nunca traicionó sus sentimientos de cubanía. 
 
Sin embargo, existe otra historia poco conocida de esta rama de la familia Don Manuel, quien debió llevar muchos años en Cuba, parece haber sido de joven un Don Juan, pues existen documentos donde se prueba la existencias de, sino otros matrimonios, si algunos hijos naturales dispersos, incluso conuna esclava, cuyas dotaciones adquirían por ley el apellido del propietario.

Parece que el nombre de Gertrudis fue común en la familia, pues a lo largo de esta historia aparece más de una persona con el nombre de Gertrudis
Gómez de Avellaneda, y todas ellas hermanas.

La primera de ella fue María Gertrudis Anastasia Gómez de Avellaneda y
Cisneros. Nació el 13 de marzo de 1809, y fue hija natural de Don Manuel con
Doña María Soledad y Cisneros, emparentada con la casa del marquesado de
Santa Lucía. No se conocen las causas por la que no se logro el matrimonio
entre tantos apellidos ilustres, pero lo real es que esta Gertrudis murió en
Camagüey el 10 de septiembre de 1868, a los 59 años de edad sin alcanzar
notoriedad alguna y sin dejar descendencia.

 De la otra Gertrudis Gómez de Avellaneda se sabe poco , pues fue el resultado de los amores de Don Manuel con una de sus esclavas, por lo que era negra.

Tanto a la madre como a la hija dio el padre la libertad y se sabe que se ocupó de ellas hasta su muerte, pero se ignora dónde o hasta cuando vivieron .Su nombre aparece pocas veces en algunas notas que dejó Don Manuel para que se atendiera a la madre y a la niña, cosa que hizo religiosamente la familia, aunque sin mantener muchas relaciones.

Es interesante constatar a través de cartas y documentos los lazos filiales que siempre unió a la poetisas con todos sus hermanos.

En un testamento redactado por ella los días 11 y 30 de enero de 1864 declara poseer 60 mil duros, acciones en los ferrocarriles de Zaragoza, una vivienda y rentas en Pontevedra además de todo lo que heredó de sus dos maridos
 
El primero fue Don Pedro Sabater, influyente político en las cortes y Gobernador de Madrid, muerto a poco del matrimonio. Le siguió Don Francisco Verdugo y Massieu, ayudante del rey Francisco de España, quien no tuvo mejor suerte en el matrimonio que el anterior.

Con ninguno de los dos tuvo descendencia, por lo que las línea de los Gómez de Avellaneda se extinguió a finales del siglo XIX pues Manuel tuvo una hija que a su vez no tuvo descendencias.

Una gran parte de la fortuna fue destinada a congregaciones religiosas, entre estas el hospital de Cárdenas y el de San Lázaro en Puerto del Príncipe. A su hermano Manuel dejó todas sus joyas y a sus otros medio hermanos y sobrino las propiedades y rentas de Galicia, así como otros bienes.

Gertrudis Gómez de Avellaneda y Arteaga, murió en Sevilla al amanecer del primero de febrero de 1873, y también como su hermana, a la edad de 59 años

No hay comentarios:

Publicar un comentario