Un paseo por la calle Avellaneda


Repasando viejas postales de la ciudad de Camagüey, caí en cuenta que la calle Avellaneda, ha resultado ser una de las más fotografiadas a lo largo de nuestra historia.

Puede que haya influido el ancho de la espaciosa vía, su rectitud, el vital tramo que une la Plaza de San Francisco con la estación terminal del ferrocarril o su popularidad durante la primera mitad del siglo XIX cuando, debido a las fiestas que realizaban en ella los hacendados criollos y los corrales para guardar ganado que en ese camino hubo, se le conoció por "la calle de las carreras" a pesar que desde un principio fue camino o calle de San Juan cuando se unia con el camino a Nuevitas, a fin de apartar el trasiego de ganado que por ella se hacia de la calle de la Reina, senda paralela y entonces principal vía en la población. .

A partir de la década de 1910, el Ayuntamiento de la ciudad, teniendo en cuenta que en esa calle nació en el 1834 Gertrudis Gómez de Avellaneda, gloria de la lírica hispanoamericana, otorgaron ese nombre a la calle. En un principio comenzó a denominarse calle de la Avellaneda, perdiendo con los años el artículo y quedando solo como Avellaneda.
 



Se ordenan a lo largo de la vía, orientada de norte a sur, 11 cuadras irregulares todas en su tamaño. En sus orígenes estuvo cubierta de arena y era una de las mejor conservadas de la ciudad. Por Avellaneda corria una línea de tranvías desde Estrada Palma (hoy Ignacio Agramonte) hasta Van Horne, por donde tomaba para enderezar a la avenida de Los Mártires con un cruce en San Esteban, desde donde se dirgía al reparto Garrido.

No fue una calle marcadamente comercial, pero reunió a lo largo unos 50 establecimientos de todo tipo, incluyendo laboratorios clínicos, el periódico El Noticiero y la emisora Radio Camagüey, la imprenta Iris, la funeraria La Moderna, 2 logias, una panadería, el acreditado conservatorio de música Rafol, dos colegios privados Avellaneda y Zayas, el edificio de la Confederación de Trabajadores de Cuba, tres farmacias, entre estas la de Álvarez Fuentes, cuyo edificio fue uno de las más modernos de Cuba, la Empresa Telefónica, la gran ferretería La Vasconia y cuatro tiendas, entre estas La Guajira y La Canoa, esta última aun en funciones.

 
La presencia de esos establecimientos iba en aumento en la medida en que la calle se acercaba a la estación del Ferrocarril, así que desde San Martín a Van Horne, apenas tres cuadras, se reunían seis hoteles y ocho estaciones de ómnibus nacionales e interprovinciales, entre los primeros los hoteles América, Europa, Sevilla y los antológicos Bristol y New York. El más famoso de todos los hoteles de la calle Avellaneda es el Hotel Plaza, inaugurado a mediados del siglo XX.

En esa instalación, que compitió con el Gran Hotel, y donde se alojaron también prestigiosas figuras del arte, así como políticos y profesionales, radicó funcionó una emisora de radio, las oficinas de la línea aerea holandesa KLM y fue sede de importantes actoss sociales, congresos y fiestas que marcaron toda la época que se inició a partir de los años de 1930.
 
Tuvieron sus terminales en esa calle las rutas de ómnibus nacionales, Santiago - Habana, una de las más acreditas del país, Los Aliados y La Flecha de Oro y las provinciales Hodd, con ruta a Bayamo; Puerto Príncipe con destino a Sola, Lugareño y Puerto Piloto; Ómnibus Generales, para viajar hasta Ciego de Ávila y Morón y Elicanu, a Guáimaro y Elia.

En los inicios, la calle de San Juan comenzaba en la puerta del convento de San Francisco y concluía frente a la antigua terminal de trenes, cerca de la plaza de toros de San Juan. Ese convento terminó demolido y se construyó el parque de San Francisco, cuyo nombre fue variando con el tiempo, así fue Parque de la Corona, del padre Trías, Martí y de La Juventud. 

A lo largo de la calle se construyeron algunos suntuosos palacetes de cuando la "danza de los millones" en la década de 1910, otras viviendas resultan ejemplos de obras coloniales, neocoloniales, republicanas, art decco, eclécticas y todas las combinaciones posibles, hasta alcanzar el racionalismo y las chapucerías contemporáneas.

 Según el Directorio Profesional de Camagüey del 1960, residían en esa calle 22 médicos, 6 abogados, 6 farmacéuticos, 5 notarios, 5 dentistas, 3 contadores, 2 procuradores y 1 veterinario, muchos de los cuales mantenían consultas en sus propias viviendas.

Sucesos varios en la historia de esa calle;

 ---El 25 de diciembre de 1846 se inauguró a lo largo de esta calle, la primera ruta de guaguas en la ciudad, se trató de un coche tirado por dos parejas de caballos cubriendo la ruta San Francisco - terminal de trenes.

-- El 3 de julio de 1921 se inició la colocación de adoquines en Camagüey comenzando las obras por la esquina de Avellaneda y Van Horne, frente al Hotel Plaza. 

---El 27 de febrero de 1945 una avioneta, piloteada por Manuel Llaneras Álvarez Buillo chocó con una de las torres de la iglesia de San Francisco, cayendo en el techo del convento, frente a la calle Avellaneda, sin que se reportaran lesionados en la aparatosa caída.

----Un popular abogado residente de esa calle lo fue el Dr. Jorge Caballero Rojo, gobernador de Camagüey de 1948 al 1951, quien murió durante una intervención quirúrgica. El cadáver fue expuesto en su residencia de Avellaneda No.258, lugar desde donde partió el entierro con la asistencia de una de las mayores concentraciones publicas conocidas hasta entonces en la ciudad. 

 --El 25 de diciembre de 1951 se produjo en el tramo comprendido entre Correa y San Martín el único atentado gansteril en nuestra ciudad. El General Genovevo Pérez Dámera fue ametralladlo por pandilleros en un ajuste de cuentas. Genovevo y su chofer resultaron heridos en el tiroteo, pero sin mayores consecuencias.

---En la noche del 1 de enero de 1959 milicias del 26 de Julio y miembros del Ejército Rebelde ocuparon la Segunda Estación de la Policía, situada entre San Martín y San José. Ese fue el ultimo bastión de la tirania ocupado por la Revolución en la ciudad.

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