Entre
los años de 1920 y 1930 se produjo en la ciudad de Camagüey un
importante fenómeno cultural para el desarrollo de nuestra cultura.
Eta fue la década en que las agrupaciones congueras se sumaron
definitivamente a los desfiles y paseo del San Juan.
Con
independencia de las fiestas populares de otros pueblos y ciudades
del país, en Camagüey los cabildos de negros libertos asentados en
la periferia de la población, barrios de indios, como se les
llamaba a estos asentamientos suburbanos, organizaban toques de
tambor o congas, atendiendo cada cual a sus etnias, entre estas
aquellas procedentes de Dahomey, el Congo, Angola o Guinea.
Esos
toques, que se producían durante las fiestas de sus propios
calendarios o aquella populares en la ciudad, eran limitadas a sus
comunidades y se les prohibía sumarse, en este caso, a los cordones
o desfiles del San Juan en los que participaban carrozas, disfraces y
comparsas.
Con
el tiempo este mandato del cabildo permitió ciertas incursiones en
los paseos al punto que desde entonces ya las congas resultan
imprescindibles al San Juan y tanto que solamente con escuchar su
ritmo sabemos que estamos en vísperas de estos festejos.
Fueron
muy famosas las congas de la calle Triana, Rosario, San Ramón, las
de las barriadas de Matadero, de las Cinco Esquinas, las de San
Francisco y de otros muchos sitos, por eso es que cuando en la calle
al toque, se encontraban dos congas, cada una comenzaba a tocar cada
vez más fuerte y más rápido perdiendo la competencia aquella que
perdía el ritmo. Sin embargo no pocas competencias musicales solían
degenerar en riñas tumultuarias y aun hechos de sangre.
Las
congas en Camagüey recibieron desde un principio nombres
particulares del lugar donde se originaban, por el apellido del
director que la había organizado o acaso por quienes la integraban,
tal es el caso de la conga de Los Pimienta, la de Los Pulpos, la de
los Marqueses del Cristo y la muy antigua conga de Macagüa y sus
muchachos.
Las
congas de La Catedral y La Farola y eran del barrio de La Caridad, la
primera de ella patrocinada por una fábrica de salchichas de ese
nombre, En el entorno de la plazoleta de Bedoya se organizaron las
congas de Los Tinajones y la Cubana, y por la calle Palma, plaza
fuerte de las congas locales, la deLos Jamaiquinos.
De
la década de los años 40 es la de Los Comandos, que en la actual es
una de las más antiguas aun en funciones gracias a que desde siempre
se preocupó por el relevo de sus tocadores al crear una agrupación
juvenil para ir adiestrando a sus integrantes, tal es el caso de la
conga Los Retoños de Los Comandos.
Originalmente
las congas salían a la calle en cualquier época del año de acuerdo
a los gustos particulares de cada cual, pero debido a aquellas
reyertas, las autoridades les prohibieron esas salidas limitándoles
al programa del San Juan. Eso se hizo una tradición y en lo actual
ellas son un elemento cultural de nuestras fiestas populares.
Es
necesario añadir que todos los instrumentos musicales de una conga
son de percusión con diversidad de notas como tambor, bongo, bombo,
quinto y requinto, así como cencerros y sartenes; de modo muy
reciente se incorporó la campana o clán, en los que hay verdaderos
artistas de cada instrumento.
En
realidad y aunque al oído todas parecen llevar el mismo ritmo, cada
una tiene especiales características de toque, eso distingue entre
sí por ejemplo a las congas La Estrella, La Arrolladora y Los
Caribe. También el toque de las congas lugareñas se distinguen
mucho de las congas santiagueras, que incorporaron la trompeta china
y las de La Habana con instrumentos de viento como las cornetas.
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