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Ametrallan a Genovevo en Camagüey

Camagüey, 23 de diciembre de 1951; A las 9.55 de la mañana del día de hoy se produjo un atentado contra el ex general Genovevo Pérez Damera, hasta hace poco Jefe del Estado Mayor del Ejercito Constitucional y el ex Comandante Rafael Trujillo, quien es su ayudante personal. El hecho se produjo en la calle Avellaneda, entre San Martín y Correa, cuando un auto negro interceptó en ese lugar el pisicorre que conducía del Comandante Trujillo descargando una ametralladora contra sus ocupantes que heridos, perdieron la dirección y chocaron contra un poste, mientras el otro coche se perdió de vista.

Tras la natural conmoción, dada la relevancia de los heridos y la posible complicación política que pudieran tener los hechos, la policía ha colocado a la ciudad en estado de sitio, pues entradas y salidas se encuentran cerradas, las terminales de viajeros custodiadas y sometidas a registro en la calle cuanta persona levante sospechas. El auto desde donde se produjo el atentado fue encontrado abandonado en la calle de San José, encontrándose en su interior una ametralladora de mano con dos magazines cargados, una pistola y un sombrero de hombre.

Plaza de La Habana

Esta se encuentra situada frente a la quinta Simoni y lleva ese nombre por estar sobre el Camino Real de Cuba en dirección  a la capital del país. En ese punto solían concentrarse viajeros y mercancías que salían o llegaban desde el occidente a lomo de caballo o en caravanas de coches y carretas. En 1923 se acordó nombrar a la plaza parque Carlos Manuel de Céspedes, que es el que tiene de manera oficial. En 1952 se intentó sustituirlo por el de José de la Luz y Caballero, pero el Ayuntamiento rechazó la solicitud, dándole el nombre del insigne maestro al parque infantil situado en las áreas del propio parque.

Una broma pesada

En la mañana del 21 de mayo de 1919 la ciudad amaneció sobresaltada y cientos de personas se congregaron en el parque central. Aquello era resultó insólito.

La estatua de Agramonte había sido profanada y a la sorpresa inicial siguió la irritación popular. Solo Hipólito Lázaro, el humilde guarda parque del lugar, quien denunció el hecho apenas lo descubrió y quien de seguro pudo ver al actor o a los actores de aquel vandalismo, fue detenido, incomunicado y amenazado con una buena entrada de palos sí la mente no se le aclaraba. Para evitarse esa molestia lo único que debía hacer era contar todo lo que sabia, porque al decir del teniente Cabrera, jefe de la primera estación de la policía, “este Lázaro tiene cara de sinvergüenza”, calificación más que suficiente para tener cara de sinvergüenza.

En Camagüey "El Gran Niño"

Plegarias esta noche – Entrevista exclusiva – Verá al presidente Batista, dice
Camagüey, 26 de julio de 1953: Se encuentra en nuestra ciudad desde ayer El Gran Niño; adivinador, hacedor de milagros y misionero que se ha impuesto la tarea de redimir de los males a los hombres y cuya voz se escuchará hoy  en el parque de San Francisco desde las ocho de la noche.

De probada eficiencia, ofrece a los interesados estampas bendecidas  y medallas sagradas,  pero ante todo la sanidad divina para el arrepentimiento de los pecados, y lo mas difícil, el perdón de los ajenos.

Parque de Garrido


El 4 de abril de 1923 vecinos del reparto Garrido solicitaron al Ayuntamiento nombrar Marques de Santa Lucia al parque de esa barriada. Se aprobó una semana después y en lo actual ese es su nombre oficial.

La imprudencia de un fraile

Seguro que muchos  saben que en la ciudad de Camagüey existen tres grandes relojes públicos, situados en las torres de tres diferentes iglesias; La Caridad, la Mayor y La Merced. Esta última es la más antigua y su maquinaria es la más vieja de Cuba aun en funciones.

Sin embargo, bien pudimos tener otro reloj cuya instalación se frustró debido a la imprudencia de un joven sacerdote que en un minuto echó por tierra meses de labor. Sucedió a mediados del 1847, año en que el Ayuntamiento de Santa María del Puerto del Príncipe decidió hacer instalar un reloj en lo alto de la iglesia de San Juan de Dios.

Con esa fecha se contrató al maestro albañil Don Juan Bautista Collot, persona de acreditada fama en la ciudad, pues estuvo al frente de obras como la torre de la iglesia de Santa Ana, así como algunas grandes viviendas que aun se resisten el tiempo.