El misterio y las leyendas que envolvieron la
desaparición del Cuatro Vientos, avión español que en 1933
recorrió la ruta de Cristóbal Colón y que superó el vuelo de
Charles Lindbergh, son expuestos tras una minuciosa investigación
del escritor español Manuel Ruíz Romero-Bataller.
"La
desaparición del Cuatro Vientos provocó que se olvidara la hazaña
de los pilotos españoles Mariano Barberán y Joaquín Collar, que
habían logrado el vuelo más trascendente de la aviación mundial",
explicó a Efe el autor del libro El Cuatro Vientos (2014).
Ruiz
recordó que ocho años después de la desaparición del avión
surgió el mito, alimentado por la prensa durante siete décadas, de
que el aparato había caído en la Sierra Mazateca entre los estados
mexicanos de Puebla y Veracruz, y que un grupo de indígenas había
asesinado a Barberán y Collar para robarles.
Julián
Rodríguez Marín. México,
2 ago (EFE).-
El
autor detalló que el Cuatro Vientos, construido especialmente para
el primer vuelo de más de 8.000 kilómetros sobre el Océano
Atlántico en la ruta de Colón, y con un plan de vuelo con
orientación astral y no sólo por brújula, partió la madrugada
del 10 de junio de 1933 desde la localidad de Tablada, en Sevilla.
Después
de volar 7.895 kilómetros durante 40 horas a 1.500 metros sobre el
mar, la aeronave aterrizó en Camagüey, Cuba, debido al mal tiempo
en La Habana, aunque los tripulantes fueron recibidos con gran
bullicio y muestras de admiración.
"El
Cuatro Vientos derribó la barrera mítica del Atlántico medio y
significó el vuelo más largo realizado hasta entonces",
señaló Ruiz, y la hazaña fue transmitida por los medios
internacionales.
Por
comparación, el vuelo solitario de 1927 realizado por el aviador
estadounidense Charles Lindbergh de Nueva York a París cubrió
5.800 kilómetros.
Al
día siguiente el Cuatro Vientos voló a La Habana, donde los
aviadores fueron recibidos como héroes por unas 10.000 personas y
por las autoridades cubanas.
El
20 de junio el avión alzó el vuelo en dirección a Ciudad de
México, donde lo esperaba una multitud de unos 60.000 de los
900.000 habitantes de la urbe. La ruta hacia la capital mexicana era
conocida debido a que la recorrían aviones de aerolíneas
comerciales.
Después
de sobrevolar varias ciudades de la Península de Yucatán, el
Cuatro Vientos desapareció en una zona cercana al municipio de
Paraíso, en el Estado de Tabasco, y no se volvió a saber del avión
ni de sus ocupantes.
Ruiz
explicó que durante casi un mes se realizó una intensa búsqueda
con la participación de entre 11.000 y 12.000 miembros del
Ejército, la Marina y otros cuerpos de seguridad, así como
civiles.
Finalmente,
un peón de una finca encontró en la playa de Chiltepec, Tabasco,
una cámara de neumático, que fue enviada a la Embajada de España
en México. Ahí el mecánico del avión y autoridades españolas
confirmaron que se trataba de un objeto que iba a bordo del Cuatro
Vientos para servir como salvavidas para el caso de una caída al
mar.
Los
medios publicaron la noticia de que el aparato se había perdido en
el mar a partir de la evidencia encontrada, dato que fue olvidado
posteriormente por la prensa.
Ocho
años después los medios mexicanos retomaron la desaparición del
Cuatro Vientos y la convirtieron en leyenda apoyados en un supuesto
testimonio de un ranchero de nombre Julián Díaz Ordaz, familiar de
Gustavo Díaz Ordaz, quien sería presidente de México de 1964 a
1970.
El
ranchero aseguró que los aviadores habían caído en un cerro de la
Sierra Mazateca y que un grupo de indígenas encabezados por
Bonifacio Carrera los mató para robarles.
La
revista Hoy envió a la Sierra al periodista Edmundo Valadés, quien
durante varios meses realizó una serie de reportajes semanales
sobre el supuesto asesinato que se convirtieron en un gran éxito
del periodismo mexicano y consolidaron la leyenda, que incluso fue
creída en España.
"Hasta
el presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946) estaba pendiente de
la edición semanal de Hoy para ver que decía Edmundo Valadés",
señaló Ruiz.
Con
el tiempo, la versión de Valadés, quien posteriormente se
convirtió en uno de los más grandes cuentistas de México, se
generalizó en los medios y fue alimentada regularmente con nuevas
variantes del mito, la mayoría de ellas inverosímiles.
La
investigación documental de Manuel Ruiz recupera la historia
original del Cuatro Vientos, que fue ratificada por las autoridades
españolas y que pone fin a las especulaciones, mitos y leyendas.
Con
su texto el autor también exonera al indígena acusado del crimen
del estigma que pesaba sobre sus descendientes, y resalta la
importancia de la hazaña histórica de Barberán y Collar.
Julián
Rodríguez Marín. México,
2 ago (EFE).-
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