Según
el acta levantada en la Primera Estación de la Policía Nacional,
fue Maximino Torriente, negro, vecino de la calle Matadero sin número
y trabajador de Salubridad como recogedor de basuras, quien siendo
las cinco de la mañana del miércoles 3 de marzo de 1954, hallo en
un latón de basuras situado en la esquina de Martí y Damas una
pierna y un muslo de mujer perfectamente amputado.
Luego
de la llegada de la policía al lugar y tomadas las primeras
declaraciones al espantado Maximino, se practicó un registro por los
alrededores, localizándose otra pierna, un torso completo, tres
manos y cinco senos. El pánico cundió en el barrio y la policía
acordonó toda el área procediendo a realizar registros en las
calles aledañas, incluyendo Sedano, Pasajes 1ro. y 2do, callejón A
y San Ramón, pero no se encontró un solo indicio ni sospechoso de
aquel descuartizamiento.
El
Dr, Demetrio Carbonell, medico forense del municipio concluyo de que
se trataban de por lo menos cuatro mujeres de diferentes edades y
color, como la prensa de la época hizo su obra dando al suceso un
espectacular destaque al anunciar que el “Landrú lugareño”
tomaba sus victimas al azar, una buena parte de toda aquella
barriada se encerró a cal y canto en sus casas colocando a buen
recaudo a sus mujeres mientras la policía se sentía impotente para
aclarar aquellos crímenes
Esto
sucedió del martes 3 al domingo 7, el martes 9, en un basurero
existente en la propia calle Damas, al otro lado de la Carretera
Central, se hallo un paquete conteniendo restos humanos, lo que
complico aun mas la situación. Sin embargo hubo una pista al
descubrirse que entre estos restos había una hoja de papel, una
especie certificado o planilla de las utilizados para tramites
oficiales de la morgue del Hospital Provincial José Ramón Silva,
pero esta pista no llevo a ninguna parte pues el autor o los autores
seguían sin aparecer.
Otras
investigaciones comprobaron que en efecto, sin que los custodios del
lugar supieran como, faltaban varios cadáveres de los utilizados
para estudios médicos.,cuerpos todos sin identificar.
Al
cabo fue el propio Dr, Carbonell quien cerró el caso al señalar que
luego de varios estudios realizados en las piezas humanas
encontradas, podía concluirse que se trataban de restos de cadáveres
extraídos de la morgue posiblemente por estudiantes de medicina
para realizar estudios sobre ellos.
A
pesar de esta tranquilizadoras explicaciones la población se mantuvo
a la expectativa, pues al cabo no no hubo ni detenidos ni otros
indicios, aunque la policía continuo sus inútiles indagaciones. Al
Paso del tiempo otros sucesos en nuestra ciudad y en el país
ocuparon puestos en las paginas de los periódicos y en las actas
policiales y el suceso del “descuartizador de la calle Damas” fue
olvidado, y tanto fue así que nunca jamás se tuvo ninguna identidad
de los autores de un hecho que por muchos días mantuvo en estado de
espanto a una buena parte de las damiselas camagüeyanas que por
largo tiempo evitaron transitar por aquella “peligrosa “ esquina
de Damas y Martí
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