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La azarosa ruta del Mortera



Al atardecer del lunes 27 de julio de 1903 cuando el vapor de pasajeros y correos Nuevo Mortera se disponía a entrar al canal de la bahía de Nuevitas, encontró en su camino de forma sorpresiva a un buque de carga que navegaba en dirección contraria y con el que no pudo evitar la colisión en tan estrecho paso. Tras en impacto y ante el inminente naufragio, el capitán del Mortera hizo encallar la nave que en poco tiempo se hundió originando numerosas víctimas. Desde entonces los restos de la vieja nave se encuentra apenas a 20 metros de profundidad a un costado del canal.
 
Sobre la vida marítima del vapor Nuevo Mortera, el libro La Marina Cántabra, señala que en 1870 se creo la Compañía de Vapores de Ramón Herrera o Empresa de Vapores, Correos y Transporte Militar, con bandera cuadra blanca orlada de azul y con las iniciales R H en rojo. Las naves de estas empresa se dedicaban al trafico de pasaje por todas las Antillas con escapadas a Europa y Canarias en busca de emigrantes con destino a América.
 En la flota de esta compañía hubo buques que tuvieron una sonada vida marítima, entre ellos el Pájaro del Océano y que fue el mas moderno de su tipo en esa época y el Moctezuma, capturado por los cubanos en 1873 para convertirlo en nave corsaria al servicios de la República en Armas con el nombre de Céspedes. Tres años después, perseguido por las flotas de guerra de España y los EEUU fue incendiado y abandonado por su tripulación frente al cabo Gracias Dios, entre Honduras y Nicaragua.
Hubo un primer Mortera que naufrago en 1872 de forma no esclarecida aun, y como en esa naviera existía la costumbre, al perderse o venderse algún vapor, renombrar otros con el mismo nombre precedido por el adjetivo Nuevo, así que vagaron entonces un Nuevo Pájaro Azul, Nuevo Moctezuma, Nuevo Mortera. Esto ha dado lugar a confusiones aparecidas en la prensa, que simplemente llaman al buque Mortera.
Esta nave fue incorporada a principios de 1883 la flota de Herrera con el nombre de Gibara y era un barco de 1.172 toneladas de registro con 267 pies de eslora, tres palos, proa de violín y maquina de 750 caballos. Fue construido en 1873 en Liverpool para una famosa naviera inglesa con el nombre de Elmira, cuando llegó a Cuba fue bautizado como Gibara y luego paso a ser Nuevo Mortera.
El 13 de marzo de 1886, cuando salía de Santiago, colisionó con el buque correo Baldomero Iglesias, que en ese momenmto entraba a la bahía. Los dos sufrieron grandes averías, pero lograron arribaron al puerto, lugar donde fueron totalmente reparados.
Apenas nueve años después, el 19 de setiembre de 1895, a las doce de la noche, salió del puerto de La Habana el crucero Sánchez Barcaiztegui que iba en persecución de infiltraciones insurrectas por las costas de Matanzas, cuando fue embestido en la boca de la bahía por mercante Nuevo Mortera, yéndose casi de inmediato a pique el crucero y muriendo numerosos marinos y oficiales incluyendo el contralmirante de la nave .
El 20 de abril de 1898, día de la declaración de la guerra de EEUU a España, el
Nuevo Mortera salió de La Habana con un cargamento completo de víveres y 150 reses que enviaba el Capitán General para la guarnición y la plaza de Santiago. El buque voltejeó toda la isla y consiguió entrar en su puerto de destino el día 22. Allí quedó bloqueado junto a la escuadra del Almirante Cervera. También quedaron bloqueados en Santiago otros mercantes, tales como el Méjico, el Reina de los Angeles y el Tomas Books. Durante todo el asedio de Santiago estuvo bajo el fuego de la marina norteamericana y fue varias veces alcanzados por el fuego enemigo, así como por la explosión de la goleta Trafalgar, que voló cargada de municiones causando un muerto entre la dotación del Nuevo Mortera.
Finalmente la nave fue capturada por los norteamericanos y luego devuelta a sus armadores españoles que prefirieron la nacionalidad cubana a cambio de la continuidad del negocio, el que concluyo de forma trágica con su naufragio a la entrada de la bahía de Nuevitas.

El nombre de la embarcación rememora el condado de la Mortera, en la región Cantábrica, y es un titulo nobiliario español creado por el rey Alfonso XII el 20 de enero de 1876 a favor de Ramón Herrera San Cibrián, indiano emigrado a Cuba a los 17 años quien hizo fortuna como armador de buques, propietario de una compañía cervecera y personaje que alcanzó relevancia política y militar. La V condesa de esa descendencia se casó con Gabriel Maura Gamazo, hijo del presidente Antonio Maura a quien Alfonso XIII hizo duque de Maura en 1930. Desde entonces, los primogénitos de los duques de Maura han usado el título de conde de la Mortera.
Del patrimonio familiar destacan el el palacio de los condes de la Mortera en Cantabria y un edificio que en La Habana es actualmente el Museo del Ron Havana Club. Este último edificio fue propiedad familiar hasta que pasó a manos estatales luego de 1959. Isabel Álvarez de Toledo y Maura, XXI duquesa de Medina renunció a recibir indemnización económica alguna por parte del gobierno cubano como compensación por la expropiación de sus bienes en Cuba.
La instalación, devenida complejo turístico-cultural abrió sus puertas el 31 de marzo de 2000, se encuentra ubicada en una mansión colonial del siglo XVIII en la calle San Pedro número 262, esquina a Sol, en la Avenida del Puerto, y dedicado a mostrar al viajero los métodos para preparar el ron y su historia.


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