Aunque
hoy el tema nos puede parecer extraño, lo cierto es que durante los
primeros años del 1900, era el Ayuntamiento quien regulaba en la
ciudad el paso de los carretones, los vendedores ambulantes y el
ejercicio de la prostitución, imponiendo severas multas a los
infractores de esas normas reglamentarias para el buen vivir.
De
aquellos años hemos tomado algunos ejemplos que para la historia nos
ha dejado en sus páginas la prensa de la época.
El
16 de octubre de 1905 el cabildo de Camagüey dictó una resolución
imponiendo que el máximo peso de los carretones tirados por chivos
que circulaban por la ciudad fuera de solo cuatro arrobas. Esa medida
protegía a esos animalitos de aquellos otros animales en los que a
veces se convertía el propietario del carretón, ya que eran
notorias las quejas por el maltrato que se cometían con los chivos.