A
nosotros los cubanos aquel tremendo concepto de causa y efecto nos
resbala aun en las situaciones mas comprometidas, por eso es que con
cada diciembre siempre creemos que el próximo año las cosas nos va
a ir mejor, a pesar de seguir haciendo lo mismo de todos los años.
Por
regla general para recibir el siguiente calendario la gente tiene sus
rituales, desde el cubo de agua para la calle a las doce de la noche
hasta el tintinear de vasos y copas para atraer la buena suerte;
creer que luego nos ira mejor no cuesta nada.
En
realidad y mirándolo bien bien no todas las personas son creyentes,
por ejemplo, conozco de buena tinta a funcionarios públicos y
directivos que son absolutos ateos, porque no creen que después
tendrán una vida mejor a la que ahora llevan.
Por
eso digo que hay mucha gente que tiene diversas costumbres para
esperar el fin de año o al menos atraerse un poco de buena suerte,
por ejemplo quienes desean prosperidad colocan dinero dentro del
zapato y lo llevan puesto durante todo el 31 de diciembre. Otros
conservan la tradición de salir con una maleta vieja y vacía a
darle un par de vueltas a la manzana. Dicen que para propiciar
viajes pero sé de quienes desde hace años están dando vueltas y lo
mas que han llegado es hasta la oficina de Emigración.
Hay
gente así imaginando cosas como eso que a los pobres les será mas
fácil entrar al cielo. En realidad no solo les será mas fácil sino
que también tiene muchas más posibilidades de hacerlo antes.
De
todas formas el cubano vive estos días siempre con la esperanza que
le irá mejor, eso ha de ser porque tenemos un gen inmunológico
contra lo negativo, la tristeza y la derrota. Somos tan
optimistas como pocos, por eso gastamos lo que tenemos y lo que
no tenemos.
Nosotros
siempre buscamos formas para añadir humor hasta en nuestros peores
momentos porque sabemos que la ausencia total de humor hace la vida
imposible; para los cubanos el buen humor es un patrimonio nacional
porque bien conocemos que el humor es muestra de salud mental y de
autodefensa. Si no fuera así nadie sabe que hubiera pasado a lo
largo de la historia criolla.
Esa
es la suerte del humor, poder filosofar con una sonrisa que es mucho
mas directo y agradable que hacer filosofía con la lectura de un
capitulo de El Capital. Si lo duda, haga la prueba.
Entre
nosotros hay como una secreta felicidad de haber llegado al final del
año y, lo mejor, que vamos a comenzar uno nuevo, aunque hay quienes
le echan un ojo al horóscopo o a la letra del año, por si acaso.
Eso nunca falla. Por mi parte siempre
e confiado en que el auténtico interprete del futuro es el pasado,
de allí que he tratado de vivir intensamente el presente incluyendo
en el trabajo. Le daré un consejo; cuando su trabajo no constituya
una diversión, trabaje lo indecible para divertirse.
Es
muy usual que en estas horas muchos estén haciendo su lista de
propósitos de año nuevo como: bajar de peso, dejar de fumar, hacer
ejercicio, cambiar de trabajo, permutar, decirle las cuatro cosas al
jefe, (siempre uno quiere decirle las cuatro cosas al jefe) devolver
el dinero prestado, en fin.
Durante
los primeros tres meses siguientes confiamos en que aun nos queda
tiempo de cumplirlos. Al concluir el primer semestre ya nos
recriminamos por ser tan flojos, pero consideramos que aun podremos.
Durante el tercer trimestre no queremos hablar de eso, y a partir de
octubre ya ni nos acordamos de los proyectos planificados, solo que
ahora ya vamos pensando en los propósitos del siguiente año. Y
vuelta a realizar los mismos apuntes anteriores no cumplidos, eso
sucede como con aquellos que dicen tener la conciencia limpia cuando
en realidad lo que tienen es mala memoria.
Esto
ultimo lo hacen también algunas personas que se metieron a políticos
porque fueron incapaces de ser inteligentes, por eso hay quienes
dicen que la política es tal vez la única profesión para la que no
es necesaria ninguna preparación, salvo la de tener mala memoria.
Para
estos días de fin de año uno se da cuenta que por lo general
existen dos
clases de gente para quienes la vida es una fiesta continua: los
ricos y los pobres. Los primeros porque tienen de todo para hacer
cosas y los otros porque no tienen cosa que hacer. En realidad, y
para ser justo, diremos que el dinero no lo es todo y que en verdad
sabemos que puede existir un mundo mejor, lo que pasa es que eso
cuesta carísimo.
Ahora
les voy a regalar una divisa que tengo plantada junto a mi
computadora; “La
vida es lo que sucede mientras estas ocupado haciendo otras cosas”
. Lo dijo John Lennon, cantante y compositor e integrante de The
Beatles. Esto es muy real porque
al
final de cada año nos damos cuenta de muchas cosas que han pasado a
nuestro lado y apenas si lo hemos notado, por ejemplo, el desarrollo
de la medicina en el mundo avanza a pasos agigantados, aunque tengo
la preocupación de que si la Ciencia sigue investigando mas para
lograr la virilidad masculina que en el mal de Azlheimer, dentro de
muy poco la tendremos como debe estar, pero no recordaremos para que.
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