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Breteros a la criolla



Los bretes como las leyendas, nacen a partir de una historia casi siempre real, utilizando un lugar común como escenario público para identificar sitio y personajes, pero distorsionan de tal forma la realidad que le convierte en fantasía. 
 
Hasta alli la ficha técnica.

La diferencia está en que mientras la primera se identifica con el acervo cultural de los pueblos, el segundo se utiliza para desacreditar al projimo por la simple lipidia de joder.
La leyenda es patrimonio, cultura, sociedad. El brete es chisme, gallofa, enredo. 
 
No debemos confundir el brete con el chanchullo, porque mientras aquel es el manejo ilícito de una situación para conseguir un fin casi siempre lucrativo (lo dice el diccionario), el brete tiene el goce espiritual de hacerle mierda la vida a cualquiera por el gusto de hacerlo.

Lo primero que sorprende es la facilidad con que el cubano le ha dado carta original de ciudadanía al brete. Lo digo porque este vocablo en otros países significa cosas totalmente opuestas al que nosotros le atribuimos.

Imagino que eso significa que para algunos el breve es una especie de pasatiempo. Practicado con la obseción de la dama china o el ajedréz. O como el quiquinbol, ese extraño deporte que por ser mezcla de varias cosas no completa ninguna. En el brete también hay mezcla de varias cosas. Pero más esotéricas. Como el de crear atolladeros, murmuraciones y chirimbolos. 
 
En ese sentido y circunvalando el planeta, en su significado más amplio brete se traduce como lisonja extrema, aprieto sin posibilidad de evasión, cepo o prisión estrecha, pasadizo entre dos estacadas, discusión acalorada, corral alambrado, tipo de comida, trabajo retribuido, animal invertebrado de los océanos, tipo de calzado hecho con madera, un instrumento musical, en fin…….. 
 
Pero para el criollo nuestro de cada día, brete es lipidia, tejemaneje de pasillo, calumnia, engaño. Y más modernamente el onomatopéyico Chu – chu - chu, grupito de palabras que imitan algo, pero que no sabemos qué, como no sea chu-chu-chu.

Al bretero casi siempre se le conoce dentro de un grupo porque tiene una oreja más larga que la otra. Siempre tratará de estar allí donde pueda derramar su veneno. Y si no está no importa, como si hubiera estado. De todas formas lo que no vio ni escuchó lo inventa con una imaginación que ni Alejandro Dumas en aquel problema de los tres mosqueteros. 
 
En un centro de trabajo lo mismo utiliza la lengua para serrucharle el piso a un colega comenzando por decir, "Si, puede ser muy profesional en su trabajo, pero si supieras lo que me han dicho de el...." Y ese mismo juicio lo vierte con hálito de veneno sobre la más pura de las doncellas. “Yo no digo que ella no sea mala persona, por el contrario, pero eso de ser virgen a estas alturas. Eso esta bastante raro”.Y se va alegre. Contento. Dejando la mala semilla. La duda. El brete suelto es como una cobra de cascabel. Con la muerte en colmillos que hinca y alegría en la maruga de la cola que bate.

El bretero como el pesao nace y no se hace. Como se nace para pelotero, para torero o para tocador de timbal. Hace falta un don innato. Una disposición precoz. Un absoluto control de emociones. Una inclinación hacia las artes escénicas a lo Marlon Brando. Por otra parte nos agobia esa tremenda mania irritante que siempre tiende el bretero a hablar sólo para burlarse de los demás, o para hacer chistes malintencionados y comentarios negativos.

Los breteros han de ser esos que de niño preferían el juego de la candelita “dame una candelita….allí fumé” y salía corriendo para otro sitio para repetir “dame una candelita…..allí fume”. Luego de joven justifica sus malas notas echándole la culpa al profesor porque dice que se la tiene cogida con el. O con la profesora, que vaya usted a saber quien le dio el titulo. En el trabajo está a la caza de detalles. De palabras sueltas. De suposiciones. De conversaciones ajenas. Que mezcla como consumado cantinero para verter a la primera oportunidad y soltarle ell muerto a cualquiera.

Y ahora otra cosa. ¿A quien no le han echado un muerto encima?
Es interesante ese trasfondo sórdido que tienen algunos de los mejores bretes que he conocido, los que por cierto no han sido pocos en todos estos años públicos. 
 
Al parecer el breterismo es tan antiguo como la humanidad. Alli tiene ustedes la lipidia entre Adán y Eva en el Paraiso.   Díganme si no fue un brete lo que formó la serpiente con el cuento de la manzana. Por allí comenzó la cosa. Creando la duda. Sembrando cizaña. Poniendo en solfa a su jefe "Bueno, no le hagan mucho caso a lo que dice, porque eso de crear el mundo en siete días. A mi no me lo crean pero ese muchacho Lucifer, que le sabe a la cosa, dice que eso está en candela."

¿Lo ven?. Metió el ruido en el sistema. Hizo dudar. Creó el enredo. Y por ahí hasta el día de hoy. La técnica es echarle el muerto otro. Echar el muerto a otro es imputar al prójimo lo que no ha hecho. Mire, para que usted vea lo antiguo que es esa frase, le diré que el origen de estos muertos nos llega desde aquellos tiempos medievales. Cuando dentro del término de un pueblo aparecía el cadáver de una persona muerta de forma violenta y no se llegaba a esclarecer quién había cometido el asesinato, los habitantes de dicho municipio estaban obligados a pagar una multa. 

Para evitar saldar la sanción, los vecinos aguzaban el ingenio hasta límites insospechados. Uno de los recursos más utilizados era callar el hallazgo, meter el cadáver en un saco y en la oscuridad de la noche, arrojarlo en el término de otro pueblo próximo. Echar el muerto a otro pueblo vecino equivalía, pues, a cargarle con la responsabilidad de un crimen y con la multa correspondiente. 
 
Y para concluir los dejo con un par de bretes malintencionados.
¿Por qué van 19 pinareños al cine?
Porque la película es prohibida para menos de 18.

El delegado municipal de una mina pinareña, recibe un telegrama urgente del Departamento
Nacional de Sismología, que dice:Movimiento telúrico trepidatorio detectado en su zona.
Localizar epicentro e informar condiciones de flora y fauna.”  Varias semanas después llega la respuesta del delegadomunicipal:“Epicentro localizado, confeso y preso. Telúrico muerto
fusilado. Trepidatorio y otros 15 hijos de puta se dieron a la fuga, pero los seguimos de cerca. A Flora y a Fauna las botamos del pueblo por putas. 
No habíamos podido dar informes antes porque hubo un terremoto del coño de su madre.



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