Allá por el mes de diciembre de 1937 apareció en la prensa de la época un anuncio donde se decia que el profesor norteamericano Allen Gilbert, procedente de una notable academia de la ciudad de New York, había llegado a la ciudad de Camagüey para enseñar a desnudarse a las mujeres casadas.
Mr. Gilbert, que se encontraba de paso en nuestra ciudad, se propuso abrir una filial de su academia a fin de traer el progreso y la felicidad familiar en un ambiente tan intimo como las alcobas.