Camagüey fue la primera ciudad del país, luego de La Habana, en adoquinar sus calles. Con 18 kilómetros de adoquines es la que mayor cantidad tiene y el que, aun en servicio, se conserva en perfectas condiciones.
La historia del adoquín tiene milenios pues las antiguas ciudades cartagineses y romanas lo utilizaban para fortalecer sus calzadas.
Mundialmente al adoquín se le conoce con diferentes nombres; en francés es pavé, en italiano trasta; en ingles paving Stone. Pero todas significan lo mismo, piedra empleada para empedrar calles y carreteras.
La palabra adoquín procede del árabe y significa “piedra escuadrada” y es una piedra dura, de granito, tallada a mano y procesada de diversas formas. En nuestras calles hay adoquines rectangulares, cuadrados, octagonales y hasta triangulares. Es de suponer que en aquellos imperios la confección de adoquines lo hacían los esclavos, lo que debió ser una tarea que para qué les cuento. La primera ciudad de España en tener adoquines fue Córdova, allá por el año 850 de nuestra era durante durante el reinado de los moros. En Cuba los primeros adoquines se colocaron en La Habana en el 1900.
En la ciudad de Camagüey, según la prensa de la época, los primeros adoquines se plantaron a las 9 de la mañana del 3 de julio de 1921, o sea que cumplen ahora 89 años y se colocaron primero en la esquina de las calles de Avellaneda y Van Horne, frente al Hotel Plaza. La inauguración de esa obra, con la que se inició el alcantarillado de nuestras calles, la hizo el alcalde de la ciudad Andrés Morán Cisneros y también discursó el Presidente del Tribunal Supremo Dr. Ángel Ciro Betancourt, quien vino a nombre del Presidente de la República. Estuvo presente el Ministro de Obras Públicas y el presidente del Senado, así como periodistas de los principales periódicos del país porque esa obra tuvo repercusión en el nacional.
Las calles adoquinadas de Camagüey tienen una durabilidad que podría decirte,eterna y como dices, asombra la perfección y simetría de esa obra, que estuvo a cargo de los ingenieros camagüeyanos y Armando Pradas de la Torre y Benito Antonio Rodríguez, quienes utilizaron cuadrillas de cubanos y españoles que por años se habían dedicado a reparaciones de caminos y carreteras y que tenían experiencias en esta dura labor, que en este caso les llevó realizarla unos cinco años.
No, eso no lo sé, pero sí te puedo decir que los adoquines que tiene nuestra ciudad proceden de los volcanes de Noruega, con un valor promedio de 18 centavos cada uno, y que entraron a Cuba por el puerto de Nuevitas, de donde se trasladaron por ferrocarril a Camagüey.
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