Nuestras frases hechasa

Es inevitable que en el habla cotidiana no sumemos frases hechas, bien para condimentar la conversación, para darle fuerza irrebatible a la charla o para sintetizar en pocas palabras todo el significado de la idea con una imbatible expresión.
Estas frases hechas tiene sus antecedentes y ello forma parte de la historia de nuestro idioma.
A la tercera va la vencida

Con esta locución proverbial se quiere dar a entender que a la tercera tentativa se suele alcanzar el fin deseado. El origen del dicho no está muy claro. Para algunos expertos, se encuentra en el derecho penal de los siglos XVI y XVII, en que se imponía la pena de muerte al ter furtum, o sea, al tercer hurto. Sin embargo, el maestro Correas apunta que esta frase proverbial se ha tomado de "la lucha (cuerpo a cuerpo) que va a 3 caídas, y de la sortija y justa, que va a 3 carreras o lanzas el premio". Una tercera hipótesis es defendida por el padre Esteban de Terrenos en su Diccionario. Dice así: "En la milicia romana había los soldados llamados pilati o velites, armados a la ligera, y eran los del ínfimo pueblo y los bisoños, y éstos iban en la fila primera; en la segunda iban los que llamaban piqueros, bastati, y excedían en valor y mérito a los primeros; y en la tercera fila iban los que llamaban triarios, y eran los más valerosos, veteranos, y que sostenían a las dos filas precedentes, y de aquí vino el adagio de decir cuando se echaba el último esfuerzo: Ad triarios ventum est, que en castellano decimos: A las tres va la vencida o se echa el resto".

El revuelo de los Rayos X en Cuba


En 1895, la prensa habanera dedicaba la mayor parte de su espacio a la guerra que libraban los cubanos contra los españoles para alcanzar su independencia. A finales de ese año, entre los partes y las noticias de la guerra, también dieron a conocer el increíble descubrimiento del científico alemán Conrad Roentgen sobre la propiedad que tenían las radiaciones producidas por el tubo o lámpara de Crookes de “traspasar los cuerpos opacos e iluminar y observar las formas y defectos que hay dentro de ellos”. El sabio también consiguió la forma de retratarlos, pero como desconocía aún su naturaleza  y estaba en fase de experimentación los llamó Rayos X.

Nuestras frases hechas


 

Muchas expresiones, al parecer expontáneas, matizan el habla española, sin embargo el origen de esas frases hechas tienen remotas historias que muchos desconocemos y casi siempre repetimos en un momento determinado sin conocer en verdad sus orígenes.

Pasar la noche en blanco

Cuando una persona es incapaz de conciliar el sueño por un dolor, una preocupación u otro motivo, se dice que ha pasado la noche en blanco. El origen de este modismo está relacionado con la noche que ritualmente solían pasar sin pegar ojo aquellos que durante el medievo, querían formar parte de ciertas órdenes de caballería. La noche antes de ser armados caballeros, los aspirantes hacían la velada de las armas que les honrarían como tales, llevando como atuendo una túnica u otra vestidura blanca que simbolizara la pureza espiritual. El color blanco de las ropas y lo largo que se hacía la espera hasta el amanecer dio origen al dicho pasar la noche en blanco. 

 No dejar títere con cabeza
 
Su origen está una escena de “Don Quijote de la Mancha” escrito por Miguel de Cervantes. Mientras ve una representación teatral con títeres, Don Quijote pasa de espectador a actor y decide defender a la protagonista —una princesa de madera y trapo— descabezando a todos los otros muñecos.


A la tercera va la vencida

Con esta locución proverbial se quiere dar a entender que a la tercera tentativa se suele alcanzar el fin deseado. El origen del dicho no está muy claro. Para algunos expertos, se encuentra en el derecho penal de los siglos XVI y XVII, en que se imponía la pena de muerte al ter furtum, o sea, al tercer hurto. Sin embargo, el maestro Correas apunta que esta frase proverbial se ha tomado de "la lucha (cuerpo a cuerpo) que va a 3 caídas, y de la sortija y justa, que va a 3 carreras o lanzas el premio". Una tercera hipótesis es defendida por el padre Esteban de Terrenos en su Diccionario. Dice así: "En la milicia romana había los soldados llamados pilati o velites, armados a la ligera, y eran los del ínfimo pueblo y los bisoños, y éstos iban en la fila primera; en la segunda iban los que llamaban piqueros, bastati, y excedían en valor y mérito a los primeros; y en la tercera fila iban los que llamaban triarios, y eran los más valerosos, veteranos, y que sostenían a las dos filas precedentes, y de aquí vino el adagio de decir cuando se echaba el último esfuerzo: Ad triarios ventum est, que en castellano decimos: A las tres va la vencida o se echa el resto".