Distribuyen hoy jabas para las fiestas de fin de año

Camagüey, domingo 28 de diciembre de 1952: Periodistas y locutores  distribuirán hoy, mil jabas de la suerte en la planta baja de la Benemérita Sociedad Popular de Santa Cecilia, quien nos ha cedido su espacio para tan filantrópica labor,  a la que se han sumado prestigiosos comerciantes de la ciudad a fin de llevar un poco de alegria navideña a los desamparados de la fortuna.

La Plaza del Paradero

La Plaza del Paradero, situada frente a la antigua estación del ferrocarril cuyo entorno, aunque hoy  se encuentra bastante deteriorado a pesar del pequeño parque arbolado que allí existe, en sus buenos tiempos fue una zona populosa y atractiva. En sus inicios se le conoció como la Plaza del Vapor, pues en ella se reunían los pasajeros del tren de Puerto Príncipe - Nuevitas, puerto en el que tomarían los vapores rumbo a La Habana, Santiago de Cuba u otro destino, incluyendo España.

El bodeguero

Existen tradiciones que vamos perdiendo, costumbres de barrio que se olvidan al paso del tiempo, unas porque la modernidad se impone y otras porque nos vamos poniendo viejos, y aunque la edad no determina que se pierda una tradición, al menos influyen los achaques de por medio.

La nobleza principeña

Cuando en Camagüey se habla de la aristocracia criolla de los siglos XVIII y XIX que tanto llenaba de orgullo a los lugareños entonces,  casi todo el mundo piensa en el marquesado de Santa Lucía, cuya principal figura fue Salvador Cisneros Betancourt.

Sin embargo, según la historia, otros no menos aristocráticos criollos dejaron de alguna forma sus huellas en la ciudad.

Según las crónicas, el más antiguo marquesado puertoprincipeño fue el de San Felipe y Santiago, otorgado por el rey Felipe V en 1713 y traído a Puerto Príncipe por  Don Francisco, José, Zacarias, Neponuceno Nuñez del Castillo, Espinosa de Contreras, Molina y Justinis, que se asentó en nuestra ciudad como jefe del regimiento destacado en Puertro Principe, hizo familia en la ciudad, pero al morir su hija sin dejar descendiente en 1836, este marquesado quedó vacante.

Otro muy antiguo marquesado camagüeyano fue el de la Casa Calderón, igualmente otorgado por Felipe V en 1773 a Don Angel Ventura y Calderón y Ceballos, nacido en España. Don Angel fue Regente del Tribunal Mayor de Lima, en el Perú, y estuvo por un tiempo en Puerto Príncipe, donde nació en 1803  uno de sus hijos, José Francisco, Alvarez Calderón Késsel, Ramírez de Segura Espinosa de Contreras, fue el heredero del marquesado. Se sabe que en 1951 ese titulo, que aun existe, fue ratificado por la corona de España.

Plaza de la Juventud

Esta es una de las más antiguas plazas de la ciudad y como en sus inmediaciones radicó el cuartel de la Milicia Real de España, desde antiguo se le conoció por plaza de la Corona. Luego fue plaza de  San Francisco, por el convento levantado a su extremo. Al construirse el colegio de los padres escolapios se le oficializó como plaza del Reverendo Pablo Trías. Con posterioridad al construirse la nueva iglesia de estilo gótico, se le denomino plaza del Sagrado Corazón de Jesús. Después, con  el proyecto de levantar allí un monumento a La Avellaneda, comenzó a ser nombrada plaza de La Avellaneda. En fecha más reciente, cuando se erigió un busto al Héroe Nacional José Martí, comenzó a ser conocido como parque Martí, en lo actual se le denomina plaza de La Juventud ya que desde los inicios de  la década de 1960 radicaren en sus alrededores diferentes instituciones juveniles.

Origina Nitrato un nuevo incidente y se da a la fuga

Camagüey,  19 de agosto de 1922; En la tarde de ayer el ciudadano Mario del Cueto,  blanco, mayor de edad, desempleado, sin instrucción y vecino de Owen 22, compareció ante la carpeta de la segunda Estación de la Policía, sargento de segunda Sixto Ferrer, para levantar una nueva denuncia contra Nitrato. Refirió el ciudadano Ferrer, que hallándose en la esquina de Jesús María y Callejuela vendiendo en su carretilla plátanos verdes, boniatos y lechugas, con un valor total de tres pesos, fue atacado por  Nitrato, quien no conforme con volcarle la carretilla y agredirlo, se comió parte de aquellos productos, dándose posteriormente a la fuga.

Pan con lechón

Allí esta el vendedor del pan con lechón, o lo que es lo mismo, el comerciante de lechón asado con pan.

Y mejor aun, para que la gente no crea que somos arcaicos, ahí está el proveedor de Breat with pig roast a five fula. Que es lo último de la onda marketing. Como para que los extranjeros crean que somos extranjeros.

Allí está diseccionando el cerdo. Tirita a tirita. Chaca, chaca, chaca. Troza con el cuchillo. Chaca, chaca, cha. Desmenuza la carne, la aprieta, hace montoncitos.  Los esparce con la mano, se la unta al pan, Chaca, chaca, chaca. Esta sudando, se pasa el dorso de la mano por la cara, no importa, es el dorso. Desmigaja y parece que con el cerdo se hace el milagro de los panes y los peces porque la producción de pan con pork no parece tener fin.

Otra vez escapa Embeleso luego de ser detenido en Florida por estafa.

Florida, 29 de abril de 1941; La Jefatura del Estado Mayor del Escuadrón 34 de la Guardia Rural, de Florida, cuyos miembros habían procedido a la detención  en la estación del ferrocarril del poblado de Céspedes a Antonio  Moreno Perlope, más conocido por Embeleso, autor de numerosas estafas y buscado en diferentes provincias, informaron a la prensa que éste logró escapar cuando era conducido al tribunal en la ciudad de Santa Clara.

Plaza de La Merced

Desde los inicios del siglo XVII ya existía esa plazoleta frente al convento y la iglesia de La Merced, parte de cuyas tierras se dedicaban a hortalizas y corrales de ganado. Desde las inmediaciones de la pequeña colina (este es uno de los puntos más altos de la ciudad) surgía un arroyo que se dirigía hacia el río Hatibonico; ese arroyo es la actual calle de Mayor General Ignacio Agramonte. En los inicios de la República a la plaza, ya con un parque arbolado y bancos se le denominó  plaza Charles A. Dana, quien fuera un periodista norteamericano colaborador de Martí, pero en 1936 ese espacio se trató de convertir en plaza General Batista. Finalmente, en 1946 se aprobó que su nombre oficial fuera Carlos J. Finlay, dejando la tarja que rinde homenaje a Charles A. Dana donde aun  se encuentra, pero nunca el pueblo le ha llamado así. Desde los primeros años de la Revolución se le conoce como Plaza de Los Trabajadores, pues en esos primeros años la Central de Trabajadores de Cuba en Camagüey se instaló en la Sociedad Popular de Santa Cecilia, que es uno de los más hermosos edificios del entorno de esa histórica plaza.

Una guerra camagüeyana contra el KKK

Si usted puede probar que es realmente blanco, es varón, cree en el Todo Poderoso y desea defender la santidad de su hogar, le conviene cerrar filas en el Palacio Imperial Invisible de los caballeros de Ku Klux Klan.

Emperador, Robert B. Anderson; Supremo Jefe Ejecutivo, Ángel López

No había bromas. Tampoco entonces las cosas estaban para juegos. No por gusto los prietos del barrio se erizaron cuando la prensa local destacó la noticia de que en Camagüey, y por vez primera en Cuba, se había fundado, con todas las de la ley, una secta klanista al mejor estilo de Lousiana.

Agrede violento personaje a desvalida familia

Una madre y su hijo piden protección.

Camagüey; 21 de enero de 1923; Ante el oficial de carpeta de la Primera Estación de la Policía, sargento de primera Juan Cedeño, se presentaron los vigilantes Eufrosio Girardo y Tirineo Maidique, para denunciar que anoche habían sorprendido a los blancos Paulino Felino, de 17 años de edad, sin instrucción ni oficio conocido, vecino del billar que existe en San Serapio no.5, y al peninsular Balbino Madrilejo, de 37 años, comerciante y vecino de Rosario no.80 sosteniendo una feroz riña.

El traslado de una estatua

El 21 de mayo de 1936 algunos camagüeyanos solicitaron al gobierno en el municipio, trasladar la estatua de Salvador Cisneros Betancourt, situada en el Casino Campestre, hacia la plaza de La Merced, colocándole además un obelisco con placa de bronce para conmemorar la abolición de la Enmienda Platt. Por supuesto que esa solicitud  nunca fue ni siquiera tratada, por estimar el gobierno local que esa permuta y placa podría dañar las “buenas” relaciones entre Cuba y los EE.UU.